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¿Cómo hacer de tu marca, una marca internacional?

Por: MDE. Karen Lizbeth Ayala García
Abogada en el Departamento Jurídico Corporativo STRATEGA Consultores
karen.ayala@strategamagazine.com

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¿En cuántas ocasiones hemos escuchado decir que vivimos en un mundo globalizado, cambiante y en proceso de evolución constante? Pues bien, la globalización podemos definirla como un “Proceso económico, tecnológico, político y cultural a escala planetaria que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo uniendo sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global”.

Esta interdependencia es tan fuerte entre las naciones, que llegan a existir acuerdos, tratados y organizaciones al margen de los controles políticos de cada País, que traen consecuencias y cambios en la vida cotidiana de sus ciudadanos, su economía, su mercado y su entorno político-social.

Estos acuerdos y tratados llegan a ser la guía para los proyectos y procesos de desarrollo de los mercados nacionales en otros países, y como consecuencia de este proceso de ampliación y desarrollo nacen las denominadas empresas multinacionales. Así las cosas, actualmente, y debido a cuestiones económicas, de mercado y a los altos índices de producción de los países, se ha desembocado en una apertura de mercado de los países del Este Oriental, especialmente China e India, a los mercados de capitales y a su inclusión como miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Esto ha generado un cambio en la producción industrial y comercial desde Europa y Estados Unidos de Norteamérica a esos u otros países que ofrecen condiciones más favorables para el incremento de las ganancias de las empresas internacionales.

Las empresas que quieren llevar su mercado a otros países, comienzan con la inquietud de los socios o propietarios de llevar sus productos o servicios a cualquier territorio fuera de su lugar de origen; para ello utilizan nuevas tecnologías, organización industrial, mercadotecnia y publicidad.

¿Quiénes no hemos escuchado las marcas COCA-COLA, LALA, BIMBO, PEPSI, CEMEX? Estas empresas han consolidado su presencia internacional en mercados regionales (México, Estados Unidos, Canadá y otros países de América Latina), para de ahí salir hacia otros países o regiones. Debido a ello, éstas y muchas empresas más están interesadas en que su nombre y logo (marca) estén protegidos y a salvo en los diferentes países que comercializan sus productos y servicios, para lo cual deben efectuar el Registro Internacional de su Marca.

El encargado de realizar esta tarea es la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), organismo especializado de la ONU que se dedica a fomentar la protección de las obras del intelecto humano a nivel Internacional.

Por ello, el 19 de noviembre del 2012, el entonces Secretario de Economía de México, Bruno Ferrari, depositó ante el Director General de la OMPI el instrumento de adhesión de nuestro país al Protocolo de Madrid, relativo al registro internacional de marcas. Dicho tratado entró en vigor respecto a México el 19 de febrero de 2013.

El Sistema de Madrid para el Registro Internacional de Marcas (Sistema o Protocolo de Madrid) ofrece a los propietarios de marcas un mecanismo accesible, simplificado y de fácil utilización para la protección y la gestión de su marca en el plano internacional, que es atractivo tanto para las grandes como para las pequeñas y medianas empresas.

El marco jurídico e institucional de México, con esta adhesión, buscó garantizar la aplicación satisfactoria del Protocolo de Madrid dentro de sus procedimientos de registro. Cabe señalar que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) se encuentra entre las 15 oficinas de Propiedad Industrial que reciben el mayor número de solicitudes de registro de marcas en el mundo.

Ahora bien, ¿Cómo registrar una marca internacional desde México? El Sistema de Madrid constituye la única ruta para registrar y administrar las marcas en varios países mediante la presentación de una solicitud internacional, en un idioma, y pagando las tasas en una divisa, lo cual permite al solicitante ahorrar tiempo y dinero. De esta manera, la marca puede abarcar el registro hasta en 114 países y se puede administrar y renovar desde un sistema centralizado.

Las etapas de este proceso de registro, simplificado, y tomando el esquema de la OMPI, son las siguientes:

Atendiendo, al cuadro anterior, es importante mencionar, que en nuestro País la oficina receptora o de origen será el IMPI. Como primer paso, la solicitud o petición internacional, deberá ser presentada en el formato prescrito por la OMPI; en ella se hará constar que ya se cuenta con un registro de marca nacional (en nuestro caso, ante IMPI), se mencionará la fecha en que fue otorgada, así como la fecha de la solicitud de registro internacional, y los productos o servicios para los que se reivindica la protección de la marca, según lo establecido por la Clasificación Niza, que se refiere a la Clasificación Internacional de los Productos y Servicios para el Registro de las Marcas. Dicha solicitud se certificará por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, quien se encargará de enviarla a las oficinas de la OMPI.

Una vez que la OMPI recibe la solicitud Internacional, realiza un examen de forma, y una vez aprobada la marca, se registrará inmediatamente en el Registro Internacional y saldrá publicada en la Gaceta de la OMPI de Marcas Internacionales. Al mismo tiempo, enviará el Certificado al solicitante y hará la notificación correspondiente a las Oficinas de Propiedad Industrial de los diferentes territorios en los que el solicitante pidió la protección de su marca.

El Certificado de Registro Internacional contendrá la fecha de la solicitud de registro internacional en el país de origen, siempre que la solicitud haya sido recibida por la Oficina Internacional en un plazo de dos meses contados desde esa fecha; si la solicitud no ha sido recibida en ese plazo, la Oficina Internacional la inscribirá con la fecha en que la reciba.

Cuando reciban la notificación, las Oficinas de Propiedad Industrial de los diferentes países realizarán un examen de fondo, según sus legislaciones, en el que resolverán si la aprueban o no, con base en que dicha solicitud no sea igual, similar o que genere algún grado de confusión por su similitud con otra marca ya registrada o en proceso de registro; lo anterior en un plazo aproximado de 12 a 18 meses. Si la decisión es negativa, ya sea total o parcialmente, no afectará las decisiones que se tomen en otros países, que podrían ser positivas. Las decisiones negativas podrán ser impugnadas directamente ante la Oficina que resuelve. Finalmente, las resoluciones o decisiones tomadas serán inscritas por la OMPI en el Registro Internacional, para su publicación.

El registro internacional de una marca estará vigente por un periodo de 10 años, al término de este tiempo se puede renovar directamente en la OMPI, con efecto en las oficinas de los diferentes países.

Los tiempos globalizados son tiempos de demostrar que ante la adversidad sobresale el talento, y en México hay mucho por ofrecer al mundo, pero en ocasiones estamos en un plano de confort y tenemos tanto miedo a salir y demostrar qué tan proactivos podemos llegar a ser, que no queremos arriesgarnos a invertir en nuevos retos.

Los mercados están en constante cambio y es el momento de entrar al ruedo de la economía internacional, lo que implicará favorecer el empleo en el país y facilitar las actividades productivas en el mismo. El registro de marca internacional, como todo negocio, es una inversión para un posicionamiento de nuestra empresa, no solo en México… sino en el mundo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Core, D. (s/f). Globalización. Disponible en: http://www.academia.edu/6878368/Globalizaci%C3%B3n

Organización de las Naciones Unidas. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Organizaci%C3%B3n_de_las_Naciones_Unidas