ARTE Y CULTURA
Menciona Facundo Manes, neurólogo y político argentino, que cuando le preguntan qué es el cerebro, responde que es un “órgano social”. Y, efectivamente, nadie puede permanecer aislado por mucho tiempo, ya lo tenemos más que comprobado.
En los últimos dos años, el sentimiento de soledad y conexión con los otros se ha incrementado y no es para menos. Es así que los habitantes de este planeta, gregarios por naturaleza, nos hemos dado a la tarea de encontrar “pretextos” para reunirnos a la menor provocación. Me hice la pregunta ¿por qué nos gustan las efemérides, celebraciones, conmemoraciones, aniversarios de lo que sea y fechas significativas? Sin caer en la bonita, pero cursi costumbre de las parejas que celebran “meses de novios” y-si-no-te-acuerdas-ya-sabes-cómo-te-va, podemos afirmar sobre la base de las neurociencias cognitivas que lo que hacemos los seres humanos es pensar incansablemente sobre procesos sociales que incluyen las relaciones familiares, académicas, amigos cercanos y, en general, sobre cualquier círculo social en el que nos desplacemos. Y para esto debemos saber en dónde estamos parados y qué es lo que verdaderamente nos importa.
El proceso de celebración o conmemoración tiene que ver con la capacidad de socialización, pero también con un proceso de empatía o compasión por hechos ocurridos en el pasado. Así, “conmemoramos” el día internacional de la mujer porque se deriva de un hecho histórico en donde varias mujeres encontraron la muerte por defender sus derechos, sin embargo, celebramos el día de la Independencia de México, porque, aunque fue un hecho sangriento, se obtuvo la liberación de un país.
Pero ¿quiénes deciden los días de celebración? Los más comunes son los vinculados al campo de acción de las Naciones Unidas: la paz, los derechos humanos, el desarrollo sostenible o la ayuda humanitaria. Existe, entonces, una asamblea que determina si es conveniente o no la resolución para establecer un día en particular. Normalmente, el establecimiento para celebrar una fecha tiene relación con el acto de propiciar empatía y sensibilizar a la población sobre un problema determinado: la libertad de prensa, el día internacional de las viudas o el día internacional para la erradicación de la fístula obstétrica tienen que ver con problemas que aquejan sensiblemente a una parte de la población, en donde se presentan estas situaciones, una guerra o una epidemia, por ejemplo.
Por otra parte, nos encontramos con días determinados por las mismas sociedades dada la popularidad del elemento, objeto o situación a celebrar. Así, podemos encontrarnos con el “Día del Taco”, el “Día Internacional del Rosa” o el “Día Mundial de la Risa”, el cual se celebra el 1º de mayo y que fue impulsado por la organización Love Foundation, justo el mismo día en la que se conmemora el “Día del Trabajo” para honrar a los mártires de Chicago. De más está afirmar que cada uno celebra el día que mejor le plazca a sus intereses, la intención sigue siendo la misma: crear conciencia o mostrarse empático ante un hecho o situación. Algunos ejemplos curiosos son:
10 de enero, día mundial de la gente peculiar.
4 de febrero, día del orgullo zombi.
9 de marzo, día de la tortilla de papas.
1º de abril, día mundial de la diversión en el trabajo.
9 de mayo, día mundial de los calcetines perdidos.
Como podemos observar, para todos los gustos hay y, como se dice coloquialmente, “el chiste es juntarnos”.
