INICIO | CÁTEDRA
CÁTEDRA

Mantenimiento de naves industriales: lo que necesitas saber

Por: IC. Ricardo Medina Rojas
CEO y fundador de grupo CCIMA, con más de 25 años de experiencia en la Industria de la construcción, desarrollos Inmobiliarios, y 18 años de experiencia en el sector Empresarial.
hola@grupoccima.com

Share This:

Adquirir o rentar una nave industrial en la actualidad es una gran opción, ya que sirve para almacenar, producir, manufacturar o distribuir diferentes productos, entre otras cosas. Y como cualquier otra construcción, para que no pierda su valor y se pueda utilizar de manera óptima necesita de mantenimiento.

Para que tu nave industrial dure mucho tiempo es necesario que revises de manera periódica su estructura metálica y sus instalaciones. Hay factores que influyen en el deterioro de las naves industriales, como la humedad, el sol, el viento y la contaminación, elementos que pueden estar relacionados con su periodo de vida.

Es por eso que te recomiendo que realices de manera periódica trabajos de mantenimiento a la nave, a las instalaciones eléctricas, mecánicas e hidrosanitarias, así como trabajos de limpieza a las vialidades y a las áreas exteriores.

Hay dos tipos de mantenimiento que requieren las naves industriales:

Preventivo: Se debe realizar periódicamente para que el espacio siempre esté en óptimas condiciones y para anticiparnos a cualquier problema que pueda surgir,  consiste en:

* Mantenimiento de pintura, pasta, acabados, muros de tablaroca, plafones, pisos cerámicos, azulejos, cancelaría de aluminio, reparación de mobiliario y puertas de madera.

* Mantenimiento de pisos de concreto, muros perimetrales, rejas y cercas.

* Mantenimiento de instalaciones eléctricas y limpieza de tableros.

* Trabajos de impermeabilización.

* Limpieza de cubiertas y revisado de canalizaciones enterradas.

Correctivo: Se realiza cuando una nave necesita reparaciones o modificaciones en sus elementos estructurales, remodelaciones y optimizaciones de los espacios industriales, como las fachadas, muelles de cargas y líneas de producción, y consiste en:

*Cambio de luminarias, mantenimiento de tierras físicas y pararrayos.

*Cambio de tuberías y mobiliario, así como trabajos de plomería.

*Sustitución de cubiertas de láminas metálicas y acrílicas.

*Limpieza de techumbres y canalones.

*Sellado de perforaciones en la techumbre, sellados de pasos de pijas y ganchos.

*Impermeabilización de uniones entre lámina acrílica y metálica, en traslapes, impermeabilización y sellado de canalones y casquillos.

*Reparación de puertas.

*Reparación de golpes en estructuras y corrimientos ocasionados por movimientos de maquinaria.

*Reparación de revestimientos deteriorados.

Lo ideal es elaborar un programa anual de mantenimiento para reparar los desperfectos en tiempo y forma, para realizar reparaciones de manera predictiva, y así evitar posibles fallas e interrupciones en las operaciones de la empresa, lo que podría resultar más costoso.

Por otro lado, si se realiza un óptimo mantenimiento de la nave industrial, la vida útil del inmueble será mayor, será más funcional, y los trabajadores estarán más seguros. También se alargará la vida útil de la maquinaria e incluso habrá un mayor ahorro energético.

Además, una buena limpieza, acondicionamiento e higienización de la nave industrial contribuye a una mayor productividad, ya que un ambiente adecuado favorece el buen desempeño de los trabajadores, por otro lado mejora la imagen que proyecta la empresa a los clientes y proveedores que visitan las instalaciones.

Para concluir, las naves industriales son una gran inversión, especialmente si se les da mantenimiento de manera frecuente, por lo que destinar recursos a su mantenimiento, rehabilitación y limpieza de manera regular, garantiza su correcta operación y que sea un lugar más seguro para trabajar.