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Pensar, decir, hacer: la importancia del liderazgo coherente

Por: Mónica Zaldívar
Client Solutions Director Great Place to Work® México
monica.zaldivar@greatplacetowork.com

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Hoy en día las organizaciones trabajan con altos niveles de ansiedad e incertidumbre sobre el futuro, en parte, debido a la influencia que reciben de un mundo cada vez más globalizado, competitivo e incierto.

Esta situación sin duda impacta las culturas de los lugares de trabajo. Los colaboradores experimentan emociones negativas como la ansiedad, frustración, desorientación y tristeza en casos extremos, menciona Antonovzky en su obra Stress and Coping sobre salud, estrés y supervivencia publicado en 1979. Entonces, ofrecer un ambiente laboral saludable se ha convertido en una ventaja competitiva para muchas organizaciones.

Es justo en momentos de incertidumbre como los que vivimos ahora, que las organizaciones y los líderes tienen un rol fundamental en brindar orientación y apoyo a sus colaboradores. Sobre todo, es necesario que se preocupen por crear ambientes laborales saludables y garantizar el bienestar mental de todos. Se necesitan líderes más sensibles, compasivos y coherentes mencionan Mayer y Oosthuizen Sense of Coherence, Compassionate Love and Coping in International Leaders during the Transition into the Fourth Industrial Revolution, publicado en abril del 2020.

El sentido de coherencia, como lo llama Mayer y Oosthuizen, resulta fundamental para brindar certidumbre y rumbo a los equipos de trabajo. Es decir, es muy necesario que los líderes apoyen a sus colaboradores para afrontar de manera positiva y constructiva los retos que se presenten en el lugar de trabajo, alineando lo que piensan, lo que dicen y lo que hacen.

La coherencia y su utilidad

La coherencia, de acuerdo con estos autores, es un recurso que brinda seguridad y certidumbre al equipo de trabajo. Los líderes necesitan usarlo para lograr resultados de negocio en un ambiente inestable.

Sin embargo, para ser un líder coherente o con sentido de coherencia es necesario que la competencia de comunicación se encuentre desarrollada, en nivel óptimos. Suk-Yeol Lee, en Relationship between Sense of Coherence, Communication Competence, Self-leadership of College Students. Asia-pacific Journal of Education Management Research, nos comparte que existe una correlación alta entre la competencia de comunicación y la coherencia. Encontró que la muestra que contaba con óptimos niveles de comunicación también mostraba excelentes resultados en el sentido de coherencia.

Esta estrecha relación entre la comunicación y el sentido de coherencia se debe a que la segunda para existir necesita de la primera. Es decir, la coherencia se refiere a la relación que existe entre lo que comunicamos y lo que ejecutamos. Además, necesitamos líderes que comuniquen, pero sobre todo que actúen; por esta razón la coherencia un recurso que tienen los líderes para asegurar la perfecta alineación entre lo que comunican y sus actos.

Actuar, indisoluble de la coherencia

En los lugares de trabajo encontramos poca coherencia por parte de los líderes en situaciones del día a día como, por ejemplo, pedir al equipo de trabajo que lleguen cinco minutos antes a todas las juntas y ser precisamente el líder quien llega tarde la mayoría de las veces. Entonces, crea una confusión en el equipo de trabajo y una sensación de incertidumbre de manera casi inmediata.

La incoherencia de los líderes puede tener repercusiones en la gestión del equipo de trabajo y en los logros de resultados. Ser incoherente crea un ambiente de confusión e inestabilidad que puede llevar al equipo de trabajo a malinterpretar ciertas acciones y a no entender lo que se espera de ellos. Podrían estar invirtiendo sus recursos y esfuerzo en alcanzar objetivos que no están relacionados con lo que la organización espera de ellos.

Así también, al interior del equipo genera un estado generalizado de insatisfacción y frustración que afecta de manera inmediata la relación de confianza del colaborador con su líder y la organización.

Es cierto, como menciona Byars en Leading as a way of being: holographic leadership integrates values-based leadership into a practical understanding of an energetic holographic world, publicado en 2008, que la coherencia en los líderes crea un estado de sincronía que resulta óptimo para las organizaciones que se encuentran en un entorno cambiante e incierto. La claridad y la coherencia crea un flujo de información permanente en el equipo de trabajo que los lleva a ser más productivos y efectivos en el logro de resultados de negocio muy a pesar del ambiente externo.

Ante todo comunicación

También es cierto que los cambios permanentes que experimentamos las organizaciones todos los días nos pueden llevar alguna vez a ser poco coherentes; por este motivo la comunicación honesta y abierta con los colaboradores es fundamental. Un estado de coherencia alinea nuestra mente y nuestro cuerpo y nos ayuda a experimentar un estado de flujo y claridad al momento de tomar decisiones. Es decir, los líderes coherentes toman mejores decisiones que aquellos que viven en el caos, pues cuentan con la claridad de pensamiento crítico necesaria para tomar decisiones más objetivas dice Childre & Cryer en From chaos to coherence. Boulder Creek, CA Planetary, 2004.

Las organizaciones hoy buscan, entre otras cosas, ser cada vez más eficaces y, como menciona Bradley, la estabilidad es uno de los aspectos más importantes del trabajo eficaz. Se trata de un acto intencionado de las organizaciones, es una plataforma colectiva sólida orientada al logro de planes y metas colectivas que crea un entorno fuerte y evita que la organización se fragmente.

Entonces, el sentido de coherencia de los líderes es justo el recurso más efectivo para garantizar esa estabilidad de la que habla Bradley, que hoy todas las organizaciones necesitan para lograr resultados de negocio a un mundo cada vez más globalizado e incierto. Los equipos de trabajo hoy necesitan líderes competentes, pero sobre todo coherentes, que les ofrezcan estabilidad y certezas en un ambiente inestable y caótico.