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¿Pornografía ética? Los paradigmas que han cambiado el entretenimiento para adultos

Por: LCC. Gabriel Moreno Rodríguez
Productor; académico en el ITESM; director de noticias; analista en temas de tecnología y CEO
@gabofanfare

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Mientras gran parte del mundo sigue sufriendo los estragos económicos que ha dejado el COVID-19, hay industrias que han demostrado ser contracíclicas a lo que pasa actualmente en el mercado, tal es el caso del entretenimiento para adultos. Y es que desde los primeros meses del 2020 Pornhub reportaba un incremento en el consumo de contenido pornográfico del 11.6% en marzo 17 del 2020, comparado con la misma fecha del año anterior.

De acuerdo con datos recabados por ResearchGate, durante el periodo del 24 de febrero al 17 de marzo del año pasado, en 27 países analizados se registró un incremento sustancial en el consumo de este tipo de productos que iba desde el 4% al 24% en sitios como el anteriormente mencionado.

Sin embargo, los paros de actividades que han derivado de la pandemia han hecho que el crecimiento económico que vive el entretenimiento para adultos se diera de maneras distintas. Siendo que el aislamiento social, en un principio, significó que miles de actores porno sin trabajo aprovecharan sus redes sociales y los números tan importantes de seguidores que poseen dando paso a la detonación de nuevas formas de producir material.

Actualmente, tanto profesionales como aficionados graban sus videos, aprovechando la pausa en que se encuentran los estudios y agencias de modelos. En una entrevista para Forbes, la actriz y embajadora de redes MelRose Michaels decía que “todo se ha acomodado a favor de los actores, ya que el aislamiento en casa y el paro en estudios profesionales le ha dado tiempo a miles de hombres y mujeres para aprender a grabarse, editarse y promocionar sus propios contenidos en los cientos de plataformas disponibles”.

Tan sólo en los primeros meses de la contingencia sanitaria, sitios como FanCentro, IsMyGirl y OnlyFans reportaron incrementos en ganancias de hasta 83%.

Al cierre del 2020, Bloomberg reportaba que OnlyFans –sitio donde usuarios comparten videos, fotografías y comunicación personalizada con sus clientes mediante un esquema de suscripción y pago por ver– cerró sus ganancias en 2 billones de dólares.

Pero mientras la pornografía crecía y era consumida con mayor frecuencia durante el año pasado, también nuevos puntos de discusión cobraron fuerza, como lo es la producción y distribución ética de material para adultos.

De acuerdo con Covenant Eyes, 88% de las escenas en películas porno incluyen actos de agresión física y en Pornhub más del 80% de su contenido es subido por usuarios anónimos y, en muchas ocasiones, viola derechos de autor o, peor aún, es protagonizado por personas que no dieron su consentimiento o menores de edad.

La controversia tomó un giro importante a finales del año pasado cuando VISA y Mastercard retiraron sus modalidades de pago a esta plataforma y sitios asociados. Lo anterior derivó en que dicho dominio borrara un estimado de 13.5 millones de videos de sus redes, propiedad de todos aquellos usuarios que no estuvieran verificados. Lo anterior significó uno de los pasos más importantes para erradicar del ojo público la distribución de material que no sólo es ilegal, sino que también afecta la integridad de millones de hombres y mujeres en todo el mundo.

Por todo lo anterior no es poco estimar que 2020 fue un año que cambió para siempre la industria pornográfica, desde la manera en que se produce contenido como las discusiones éticas y sociales que se pusieron sobre la mesa con el caso de Pornhub, es por ello que al final del 2021 veremos un panorama completamente distinto en este importante mercado económico.