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¿Realmente estamos preparados para el futuro?

Por: Rosa Mendoza
Gerente de relación con clientes, zona noroeste / Great Place to Work® México
dafne.navarro@greatplacetowork.com

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Te puedo asegurar que más del 90% de las organizaciones no contemplaban en su FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), una pandemia como uno de sus riesgos, ni habían visualizado planes, metodologías, recursos o herramientas que ayudaran a resolverla. La actual situación, si la sabemos aprovechar, se puede convertir en una oportunidad que nos llevará a replantearnos cómo estábamos haciendo las cosas, y si es momento de hacernos la siguiente pregunta que puede cambiar el rumbo de la organización:

¿Realmente estamos preparados para el futuro?

Esto nos lleva a realizar un análisis profundo en el aquí y en el ahora, de cómo estamos gestionando nuestro modelo de negocio, cómo estamos colaborando en la organización, los canales de comunicación, el liderazgo que se está ejerciendo. Si las prácticas culturales que tenemos van de acuerdo a la filosofía de la organización, si están alineadas con las estrategias del negocio, si  son incluyentes con las  brechas generacionales y están respondiendo a las necesidades de los colaboradores. En fin, varias interrogantes que son clave para mantener una organización sostenible y productiva.

Necesitamos despojarnos de los paradigmas que hemos construido con el paso del tiempo, que nos impiden ver y ser parte del progreso de la organización. El futuro es hoy, necesitamos apostar por crear un "contexto gestalt". Este concepto nos permite trabajar de forma individual y grupal en todos los niveles de la organización para profundizar y ampliar la percepción que se tiene de la cultura organizacional y desarrollar una percepción alineada a la filosofía para transformarla.

La mejor forma de preparar a tu organización es conocer, observar y evaluar internamente cuáles son los pilares que la sostienen, ya sea directa o indirectamente, y cómo interactúan entre ellos. En este caso, la cultura organizacional y la estrategia son el dúo perfecto, tomando en cuenta el impacto de los sistemas económicos, sociales, ambientales y políticos. Para ello se deben considerar los siguientes puntos:

  • Estrategia del negocio. Establecer y comunicar en cascada los OKR (objetivos y resultados clave) y los KPI (indicadores clave del desempeño), ya que será el protocolo de colaboración entre todas las partes de la organización.
  • Filosofía organizacional. Revisar la misión, visión y el código de valores.
  • Sistema de capacitación. Que esté adecuado a las posiciones de la organización y responda a las necesidades presentes y futuras.
  • Tecnología. Que cuente con las suficientes herramientas digitales para responder a las necesidades de los clientes internos y externos.
  • Que los líderes estén facultados para vivir la cultura y trasmitir e inspirar a sus colaboradores, para solucionar conflictos desde la empatía y la generosidad para construir un ambiente de confianza.
  • Flexibilidad de horarios. Contar con esquemas alineados a las necesidades y roles de la organización, que contribuyan a la calidad de vida y a la productividad.
  • Prácticas culturales. Iniciativas que sean valiosas, incluyentes, alcanzables y que permitirán construir un ambiente de confianza.
  • Cultura de la innovación. Creación de iniciativas desde cada posición alineadas con los objetivos organizacionales.
  • Políticas y procedimientos. Que sean justos, transparentes, útiles y accesibles para todos.
  • Sistema de comunicación. Robusto en dos vías con iniciativas en las que puedas comunicar y escuchar a los colaboradores de forma individual y a nivel organizacional.
  • Grupos de interés. Detectar cómo están interactuando y participando con los clientes, socios, corporativo, cadena de proveedores, comunidad, medio ambiente y gobierno.

El objetivo es identificar con suficiente antelación, riesgos y oportunidades para crear estrategias innovadoras con la agilidad necesaria que permita visualizar a largo plazo, pero tomando cuenta las acciones que impactan en el corto plazo y evaluando su efectividad.

Es ayudar a crear las condiciones necesarias para tener un ambiente de confianza, en el cual las personas se sientan motivadas, valoradas, reconocidas... y puedan dar lo mejor de sí, trabajando en equipo para lograr una visión compartida del futuro. El construir un gran lugar para trabajar se formula en el presente, pero se visualiza en el futuro, como decía Alice Walker: “Mira de cerca el presente que estás construyendo, debería parecerse al futuro que estas soñando”.