Existen miles de millones de personas en el planeta y solo un pequeño universo para convertirse en audiencia para tu producto o servicio. Este universo selecciona lo que ofreces, lo prefiere, lo elige y también lo recomienda. Para esto, es necesario hablar en el idioma de esta audiencia, crear una conexión a partir de un mensaje deseado y hablar de las necesidades o beneficios con los que cumple tu producto, creando una charla de dos vías.
Al seleccionar tu audiencia debes saberQué quieren? ¿Qué hacen? ¿En dónde viven? ¿Qué consumen? ¿Cuál es su estilo de vida? ¿Cuál es su perfil socioeconómico? ¿Qué lenguaje utilizan? Todo un análisis de mercado que podría ayudar a delimitarlo y definirlo, de manera que puedas acotar el número de personas que desees impactar. Entre más delimitado y específico sea tu público, más eficiente será la estrategia de comunicación hacia ellos.
Una vez seleccionada la audiencia, es necesario adentrarte en su mundo y explorar los espacios donde adquieren la información. Datos van y datos vienen, aparecen en una fracción de segundos frente a nosotros y luego se disuelven, sin embargo el recuerdo que dejan es importante. Si nos interesa, nos daremos a la tarea de adentrarnos más en el tema y si no, lo olvidaremos. Por eso debemos aprovechar bien ese momento para enviar un mensaje claro y preciso, que abra una puerta a un mundo de información ofreciéndonos el verdadero regalo: contenido relevante que genere conocimiento y promueva una acción específica.
El consumidor actual tiene características fáciles de detectar. Al tener toda la información en sus manos, se preocupa por saber en qué va a gastar su dinero, invierte tiempo en informarse pero ese tiempo es limitado así que ha desarrollado la capacidad de escanear información para eliminar automáticamente lo que no le interesa y elegir lo que sí. No hay tiempo para leer un texto completo si este no ofrece mucho. Por eso, antes de diseñar contenidos o emitir algún mensaje, considera:
Promover una charla constante con los usuarios te ayudará a conocerlos mejor, habla con ellos como si hablaras con un amigo, pregúntales cosas e interésate por lo que sienten y piensan. Genera confianza y engagement, interactúa, promueve la retroalimentación y crea insights a partir de sus intereses. Mostrar un interés genuino tanto en la vida real como en el mundo virtual genera una conexión muy fuerte.
Según Joshua Foer, en su libro Moonwalking with Einstein: The Art and Science of Remembering Everything, algunas características que debe tener un mensaje que perdure son:
Y si a todo esto le agregamos imágenes, información interesante con fuentes confiables, colores y movimiento, se vuelve aún más atractivo. Joshua Foer dice que este tipo de contenido nunca nos cansará, siempre querremos más, nunca lo olvidaremos y tiene las características de todo lo que queremos compartir. Si lo que queremos es influir en la mente de nuestro consumidor, inspirarlo e impulsarlo a la acción, este es el tipo de contenido que debemos crear.
Es muy probable que por ahora no sepas a ciencia a cierta cuál es tu audiencia o cómo acercarte a ella, pero existen mensajes que coinciden con lo que la gran mayoría de las personas prefieren tomando como referencia el neuromarketing:
Así que la próxima vez que construyas la estrategia de contenido para tu marca, piensa en tu audiencia. Piensa que si no les hablas en su idioma o mejor dicho en sus términos, corres el riesgo de no ser relevante y ser solo uno más en el mar de la sobreoferta de información.
Referencias bibliográficas
Foer, J. (2011). Moonwalking with Einstein. United States: Penguin Books.
Infografía: http://21typesofcontentwecrave.com/21-types-of-content-we-crave-infographic/