STRATEGIAS
Devolverle lo humano a Recursos Humanos es una tarea esencial en la actualidad. El área, conocida tradicionalmente como "Recursos Humanos", ha sido a menudo mal interpretada y subestimada dentro de las organizaciones. Se veía limitada a funciones operativas como la contratación, el pago de nóminas y la resolución de conflictos, relegándola a un papel secundario en la estrategia empresarial.
Sin embargo, la evolución de esta área ha sido significativa, transformándose en un agente clave hoy en día en las organizaciones. Su función ha trascendido las tareas administrativas para convertirse en un pilar fundamental que sustenta los procesos operativos y garantiza la alineación del talento con la visión y estrategia empresarial.
Hacia una experiencia significativa
La gestión de personas se ha vuelto estratégica, centrada en atraer, desarrollar y retener el talento necesario para el éxito organizacional. Sobre todo, su enfoque ha virado hacia proveer a los colaboradores una experiencia, promoviendo un ambiente donde el compromiso y el disfrute en el trabajo son fundamentales. Esta transformación cultural implica pasar de un enfoque tradicional a uno más integral, donde se busca generar experiencias significativas en todas las etapas del ciclo laboral, desde el reclutamiento hasta la desvinculación, en donde las organizaciones reconocen el valor de la persona, más que el “empleado”.
Este cambio de paradigma no sólo es valorado por quienes ingresan al mercado laboral, sino también por aquellos que ya forman parte de él, convirtiéndose en una tendencia cada vez más relevante y esperada en el ámbito empresarial.
Esta transformación se refleja en el cambio de denominación del área, que ahora se conoce como "Capital Humano", "Gestión de Talento" o "Cultura", entre otros. Estos nuevos términos enfatizan la importancia de las personas y su potencial para las organizaciones, reconociendo que estas son el verdadero motor del éxito empresarial.
El desafío
No obstante, este progreso ha enfrentado diversos desafíos. La integración de visiones tradicionales centradas en el negocio y en la protección de la organización, con un enfoque más humano y orientado al desarrollo de las personas, ha generado dilemas y debates en los círculos empresariales.
Lo importante es comprender que las organizaciones son entidades constituidas por personas que trabajan para personas. Por lo tanto, el área de Capital Humano tiene la importante tarea de crear un entorno que permita a los empleados desarrollar su máximo potencial, reconociendo, empoderando y promoviendo su bienestar y felicidad.
Esta perspectiva no sólo beneficia a los colaboradores individualmente, sino que también se traduce en un éxito financiero y en una óptima reputación externa para las organizaciones. Los equipos de Capital Humano deben colaborar estrechamente con la Alta Dirección, hablando el lenguaje del negocio y demostrando el impacto de sus iniciativas en el desarrollo empresarial.
Devolverle lo humano a Recursos Humanos es una tarea fundamental para crear organizaciones más inclusivas y sostenibles. Reconocer el valor y el potencial de las personas, y crear un entorno que fomente su desarrollo y bienestar, no sólo es ético y moralmente correcto, sino también esencial para el éxito a largo plazo de las organizaciones en un mundo cada vez más competitivo y cambiante.
