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El fin de una era en la NFL

Por: LCC. Jorge Aguillón Rodríguez
Periodista independiente; escritor de columnas en diversos medios informativos
@JorgeAR_RJ

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En muchos momentos la memoria es corta, sobre todo cuando se habla de números y resultados deportivos. Para muchos, las victorias y las derrotas resultan en una estadística más, sobre todo en el futbol americano, un deporte en donde el volumen de datos aumenta considerablemente conforme pasan los juegos. Es verdad que estos números ayudan a construir la historia y también muestran hacia dónde apunta el futuro.

La NFL está viviendo una revolución. Hay caras nuevas y muchos récords por romper, todo sucede en un entorno que cada año parece más grande. Algunos equipos se reubican, hay nuevos estadios, cada vez más grandes y modernos, y los jugadores históricos empiezan a dejar espacio para los nuevos talentos.

El tiempo sigue corriendo, los datos se apilan y la historia se sigue reescribiendo paso a paso. Este 2022 arrancó con la coronación de los Rams de Los Ángeles en el Super Bowl LVI; en ese enfrentamiento se vivió un choque entre dos entrenadores que no llegan a los 40 años y dos mariscales de campo que no pasan de los 30.

También cayó de golpe la noticia del retiro de Tom Brady, quien decidió dejar la NFL luego de construir un sinfín de marcas que parecen irrompibles. De la misma forma, y luego de 18 años, Ben Roethlisberger puso fin a una fructífera carrera.

Ambos son quarterbacks históricos, básicamente pertenecen a la vieja escuela. De esa escuela quedan algunos mariscales de campo que tal vez pronto les sigan los pasos. Entre ellos destacan Aaron Rodgers y Ryan Fitzpatrick. En la nueva escuela sobresalen Patrick Mahomes, Jared Goff y Joe Burrow. Esa es una prueba más de que mientras unos ciclos se cierran, otros se abren.

Esta combinación de factores es la gran marca del momento revulsivo que vive el futbol americano. Sangre nueva corre por sus venas y esto, sin duda, va a generar cambios importantes en las estadísticas venideras. Con ello se conciben preguntas interesantes: ¿quién será el nuevo equipo dominante? ¿Qué mariscal de campo se robará todos los focos? ¿La vieja escuela aprovechará la transición?

Sobra decir que la NFL se sigue beneficiando de los impulsos de los vientos de cambio. Y aunque aún existen polémicas fuera de los emparrillados, el negocio y el público continúan ahí. Los imponentes contratos comerciales están en aumento, llegan nuevos patrocinadores y más impulso para que la liga siga en crecimiento.

Año con año, crece el costo que cientos de marcas pagan por ser parte de la máxima fiesta del futbol americano. El Super Bowl es una vitrina de lujo que los anunciantes difícilmente dejan ir. En el último Supertazón, el medio minuto de tiempo aire superaba los 6 millones de dólares. Sobra decir que un anuncio promedio dura entre 1 minuto y minuto y medio. En comparación con el 2021, el costo aumentó poco más de 1 millón de dólares por los 30 segundos, y la tendencia sigue apuntando hacia arriba para próximas ediciones.

Tomando en cuenta el flujo de dinero, y los movimientos en la industria mediática y deportiva, se entiende que el negocio sigue y seguirá creciendo. Prueba de ello es el impactante flujo monetario que la NFL genera en una noche de Super Bowl. De acuerdo con medios especializados, sumando los ingresos de publicidad, boletaje y otros elementos, se acumula una cifra que supera los 16 mil millones de dólares.

Si bien se cierra un ciclo en la NFL por algunos detalles, casi inmediatamente se abre otro y, mientras siga fluyendo el capital, seguramente proseguiremos viendo una evolución en la organización y en la competición. Habrá que ver cuáles son los nombres que se apoderan de las nuevas estadísticas, ya que, en unos años, esta revolución se repetirá y traerá consigo más datos que rompan con la estadística existente.