DEPORTES
La final del torneo de futbol americano más importante del planeta siempre representa un espectáculo para millones de personas alrededor del mundo. Y hoy en día no existe ningún evento que acapare tantas miradas, que no se vuelva una gran oportunidad de convertirse en un negocio inminente.
Lo interesante es que el pastel del Supertazón está muy bien distribuido, y hay una buena rebanada para todos los participantes. La NFL es un negocio muy rentable y, cada año, las franquicias que le dan vida a la liga están conscientes de que, además del objetivo deportivo, hay una gran posibilidad de pelear sumas importantes para sus arcas, si llegan a disputar un Super Bowl.
Los más de 30 patrocinadores directos de la NFL aprovecharon el lugar y el ambiente para elaborar campañas y activaciones de posicionamiento durante toda la semana del evento. Sobra decir que la organización logró ganancias que superan los 2 billones de dólares en materia de patrocinios.
En esta edición 58 del Supertazón, los jefes de Kansas City y los 49ers de San Francisco tuvieron un encuentro muy parejo que llegó a tiempo extra. Esta fue otra gran apuesta, ya que se abrió el espacio para anunciantes adicionales y tiempo aire de televisión.
Sobra decir que este es el mayor negocio en torno a este deporte. Y año con año tanto las marcas como los productores estiman importantes recursos a la creación de campañas publicitarias exclusivas para la fase final de la liga, salvando sus mejores piezas para el último partido de la temporada.
Estos espacios publicitarios tienen un costo de entre seis y siete millones de dólares por 30 segundos al aire. Algunos clústeres de medios aprovecharon para vender en precios especiales los espacios del potencial tiempo extra. En este rubro se especula que las ganancias superan los 300 millones de dólares solamente el día del evento.
Si bien, el público que consume futbol americano con cotidianidad asegura un crecimiento anual constante, este 2024 hubo factores fuera de la cancha que cautivaron miradas nuevas. Travis Kelce, el ala cerrada de los jefes de Kansas City, comenzó una relación con Taylor Swift, situación que atrajo a un sinfín de seguidores ajenos al deporte.
Las redes sociales pasaron meses especulando sobre la atención mediática que rodeaba a la cantante en sus cada vez más frecuentes apariciones en los estadios. Atrayendo no sólo a la prensa deportiva, sino a otros medios que no tenían nada que ver con el futbol.
Pese a que muchos puristas se mostraban molestos por estas oleadas de gente nueva interesada en el deporte, para las marcas y el rating fue un factor de crecimiento exponencial.
Las Vegas fue la sede y para nadie resultó una sorpresa ver la magnitud que tuvo el evento más allá del emparrillado. De acuerdo con datos publicados por medios especializados, el flujo de ganancias en las apuestas superó el billón de dólares. Destacando incluso las inusuales, como acertar en la cantidad de veces que aparecería la cantante Taylor Swift a cuadro, o a los potenciales invitados de Usher en el show del medio tiempo.
En lo que respecta a los participantes, la liga y la asociación de jugadores negociaron ganancias individuales que superan los 150 mil dólares para cada elemento del equipo ganador y cerca de 90 mil dólares para los del subcampeón de la NFL. Esto solamente es una cifra entre la liga y los jugadores, cada equipo puede negociar sus propios premios.
Sólo queda ver qué sucede en la siguiente temporada, y si los números siguen creciendo y la NFL se mantiene en la cima como una de las organizaciones deportivas más redituables del planeta.
