La diferencia entre inversión y gasto está determinada por la generación de utilidades, en otras palabras una inversión es aquello que nos dará más dinero en el corto, mediano o largo plazo, mientras que un gasto no genera utilidades, por ejemplo, la satisfacción de una necesidad o un deseo.
Es por ello que antes de iniciar cualquier proyecto, “digital” o no, el primer paso es generar una estrategia de negocios que de algún modo garantice que habrá un retorno de inversión. Por ejemplo, si solo se invierte en el desarrollo de una página web sin antes hacer una estrategia de negocios, es posible que esto sea visto como un gasto.
Podemos dividir las inversiones de una empresa de forma simple en operación y comercialización. En el caso de la operación, las inversiones en digital tendrán como finalidad optimizar tiempos y recursos, en otras palabras, hacer más con menos, por ejemplo, las computadoras nos ayudan a reducir tiempos y costos, pues realizan funciones mucho más rápido que un humano.
En el caso de la comercialización, las inversiones son un poco más complejas o novedosas y es donde hay más dudas sobre si lo que se invierte tendrá un resultado en el negocio. Para poder saber si es un gasto o una inversión, lo primero que hay que hacer es una estrategia comercial, lo cual incluye generar presupuestos y estimaciones de la utilidad o el beneficio esperado. De esta manera se tendrá claridad de que se está realizando una inversión.
Dentro del área comercial digital, los principales objetivos son mejorar la comunicación, generar prospectos y/o vender por internet.
En las tres estrategias hay que considerar tres inversiones importantes:
Para que las empresas crezcan o subsistan en este nuevo entorno digital deben invertir tanto en el corto, como en el mediano y largo plazo. Lo más importante es empezar ahora para liderar el futuro de tu empresa, antes de que desaparezca.