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ESTILO Y VIDA

¿Qué tan desconectados de nosotros vivimos y cómo volver a conectar?

Por: LAE. Lili Torres
Administradora de empresas, descodificadora biointegrativa y consteladora familiar.
lilianatdl@gmail.com

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¿Hace cuánto tiempo que no te detienes a escucharte? ¿A ver qué te están diciendo tu cuerpo y tu alma, a través de sensaciones y emociones? Intenta hacerlo después de leer este renglón por 15 segundos, observa tu cuerpo, qué sensaciones hay en cada parte de él, por ejemplo, mueve los dedos de tus pies, siéntelos, y ve observando cómo está cada parte de tu organismo, mueve el cuello, si hay alguna molestia obsérvala e intenta describirla, ¿es ardor, inflamación? Luego permítete sentir las emociones que tienes en estos momentos.

¿Lo hiciste? Si tu respuesta fue “sí”, felicidades por atreverte a parar y observarte; si tu respuesta fue “no”, te invito a cuestionarte qué te impidió hacerlo. Es común, no te preocupes, la mayoría de la gente vive corriendo, atendiendo pendientes del día a día pensando que son importantes, pero cuando caemos por enfermedad o accidente, nos damos cuenta de que no eran tanto y que la vida nos dijo “PARA”. Lamentablemente mucha gente sólo sabe parar cuando la vida la obliga, pero también cada vez más personas buscamos este equilibrio entre la vida que tenemos en una sociedad capitalista y el conectar con nosotros mismos para vivir más conscientes de lo que estamos haciendo en la Tierra.

Te diré algunas maneras que, en mi experiencia, ayudan para conectar más contigo, con tu esencia, con tu ser interior, con tu intuición o como le quieras llamar:

  1. Arraigo, también conocido como grounding. Se refiere a conectar físicamente tu cuerpo con la naturaleza; te ayuda a centrarte en tus sensaciones corporales, dejando en segundo plano la mente; el cuerpo es nuestro medio de conexión mediante las sensaciones, justamente. Además, ayuda a descargar nuestra energía en la tierra; a que salga todo ese estrés y ansiedad para poner atención en nosotros. Si te quedas un rato, puedes poner atención en lo que te dice tu voz interior. Simplemente es estar descalzo en un parque, jardín, playa. Esta herramienta es básica, sobre todo para quienes habitan en ciudades grandes o trabajan en pisos altos y usan mucho el automóvil, pues VIVEN FLOTANDO, casi en ningún momento tiene este contacto con la tierra y nuestro cuerpo –físico, mental y energético– lo necesita.
  2. Meditar, estar en el aquí y en el ahora, y no necesitas ser un experto o budista, puedes meditar simplemente caminando, lavando los trastes, bañándote, haciendo grounding, sentándote sólo a eso, pero siempre consciente de tu respiración, de tu cuerpo, de ti.
  3. Cantar, expresarte con asertividad, hacer arte es medicinal. Y puedes hacerlo todos los días para expresar tus emociones, sin reprimirte, pero al mismo tiempo siendo respetuoso con los demás; la cantada, pues cada que quieras, en camino al trabajo, cocinando, incluso trabajando… y el arte, agéndalo algunas veces al mes para que no digas que no tienes tiempo de pintar o hacer cerámica. Inténtalo y verás lo sanador que es, porque si reprimes algo, el cuerpo lo sacará de alguna forma y puede ser con dolencias físicas y si sigues sin hacerle caso pasa a enfermedad leve y si aun así no le prestas atención puede convertirse en un padecimiento complejo.
  4. Moverte, bailar, hacer ejercicio, caminar, desempolva ese cuerpo y mueve la energía que hay dentro de ti para que se renueve haciendo cualquiera de estas actividades. Un tip para que te den más ganas es poner la música que te guste; recuerda cuidar tu cuerpo físico que es nuestro vehículo aquí en la Tierra para todo.
  5. Abrazar a tu tribu, a tu mascota, bebés, árboles. Seres vivos que te aporten esa energía bonita.
  6. Tener tu tribu, pueden ser miembros de tu familia o amigos, y no tienen que ser muchos, más vale calidad que cantidad. El ser humano es social por naturaleza, es decir, necesita contacto humano, así tengas a 2 o a 30 personas en tu tribu, cuídalas, valóralas, abrázalas, acérquense con pláticas profundas, y fíjate que sea recíproco para que no desperdicies tu energía.
  7. Y, para finalizar, terapia que te auxilie, si te cuesta conectar por ti solo o sola, un poco de ayuda profesional te puede facilitar las cosas, algunas que a mí me gustan son terapia psicológica Gestalt, QiGong (se pronuncia Chi Kung), descodificación biointegrativa y constelaciones familiares (las últimas dos me sirvieron tanto que las estudié para facilitarlas).