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ECONOMÍA

¿Quién se queda con las tierras raras de Ucrania?

Por: DA. José Ramón Álvarez González
Desarrollador de negocios, especialista en Comercio Exterior y Logística
ramonalvarezslp@gmail.com

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Ucrania se encuentra en el centro de la atención global debido al papel crucial que desempeña en el panorama geopolítico actual. Su riqueza en tierras raras, valoradas en aproximadamente 13 billones de dólares, ha despertado el interés de países como Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia, convirtiéndolas en un recurso estratégico clave para la lucha por el poder y la influencia mundial.

Pero qué son esas “tierras raras” de un país, son simplemente un término para 17 elementos químicamente similares que se utilizan mucho en la tecnología y la industria moderna; son esenciales para la fabricación de teléfonos inteligentes, computadoras, autos eléctricos, equipos militares, equipos médicos y robots, entre otros. Específicamente se trata del escandio, el itrio, el lantano, el cerio, el praseodimio, el neodimio, el prometio, el samario, el europio, el gadolinio, el terbio, el disprosio, el holmio, el erbio, el tulio, el iterbio y el lutecio, su rareza consiste en que es muy poco habitual encontrarlos en estado puro. Además de que, según el gobierno ucraniano, se tienen unas 450 mil toneladas de reservas de litio que no se han explotado y es oro puro para Estados Unidos, Gran Bretaña o Rusia.

Estados Unidos ha manifestado un gran interés en las tierras raras de Ucrania, dado que el control de su producción le permitiría asegurar el acceso a minerales estratégicos y fortalecer su capacidad para competir con China, país que actualmente domina tanto la extracción como el procesamiento de estos recursos a nivel global. La dependencia de Estados Unidos hacia China preocupa a Trump, quien decide tener a Ucrania para poseer ese 5% de las materias primas críticas del mundo. Además, empresas como BlackRock y Goldman Sachs han invertido fuertemente en dicha nación, lo que implica que los intereses financieros también juegan un papel decisivo en la dinámica del conflicto.

Por su parte, Gran Bretaña también ve en los recursos minerales de Ucrania una oportunidad estratégica, ya que el país posee aproximadamente 19 millones de toneladas de reservas probadas de grafito y suministra alrededor del 7% del titanio utilizado en Europa. La riqueza mineral de Ucrania representa una oportunidad no explotada, ya que sólo se ha utilizado entre el 7 y el 10% de su capacidad mineral. Pero Gran Bretaña necesita microchips y semiconductores, imanes para motores eléctricos, sensores avanzados, baterías de autos eléctricos y turbinas eólicas; para esta potencia es una cuestión de seguridad económica y geopolítica el poder diversificar el suministro y asegurarse acceso independiente a estos minerales.

Rusia, en cambio, ha logrado consolidar cierto grado de control sobre las tierras raras ucranianas a través de su operación militar en la región. Este dominio le permite no sólo mitigar el impacto de las sanciones impuestas por Occidente, sino también utilizar estos recursos como una herramienta de negociación para reducir su dependencia de China en el procesamiento de tierras raras. Además, al fortalecer su acceso a estos minerales, Rusia puede aumentar su influencia en Asia y Europa mediante la comercialización de estos insumos a países aliados.

En este contexto, se especula que el presidente ucraniano Zelensky habría firmado un acuerdo secreto que otorga a potencias extranjeras el control de las tierras raras del país por un periodo de 100 años, lo que ha generado inquietud ante la posibilidad de que China se beneficie de estos recursos estratégicos. Si bien no hay una confirmación oficial sobre los términos exactos del acuerdo, analistas advierten que una cesión de esta magnitud podría alterar significativamente el equilibrio de poder global.

La batalla por las tierras raras de Ucrania va mucho más allá de lo económico. Estos recursos son clave en la competencia entre las grandes potencias, en un conflicto que se ve influido por aspectos religiosos y nacionalistas, agregando otra dimensión a esta compleja situación.