En esta ocasión nuestro tema principal es una de las columnas vertebrales de cualquier producción audiovisual. Yendo por el lado técnico, sabemos que el audio y el diseño de sonido son esenciales para generar un mayor impacto en el espectador, para agudizar las sensaciones y trasladarlo a una dimensión mucho más cercana a lo que está ocurriendo en pantalla.
Es así que surgen los soundtracks y el acompañamiento musical en el cine, que desde su etapa temprana, en las primeras décadas del siglo XX, aún cuando era mudo en su forma nativa, ya se acompañaba con música en vivo para darle más dramatismo o comicidad a las diferentes secuencias que se presentaban, generalmente a través de instrumentos como el piano y el órgano; aunque en algunas grandes ciudades llegaban a presentarse orquestas completas para acompañar a una película.
Así pues, el año 1915 fue testigo de la primera composición original para un filme, The Bird of a Nation, de David W. Grifith, atribuida a Joseph Carl Breil, al que podemos considerar el abuelo de lo que nos atañe el día de hoy: hacer un conteo –que no pretende dictar ninguna cosa sino sólo hacer mención– de algunos de los mejores soundtracks de la historia del cine.
Además de ser una pieza fundamental en la obra de Kubrick por su riqueza visual, este filme despierta extrañas sensaciones cuando toca adaptaciones de variadas piezas clásicas que van desde “Singin´ in the rain”, hasta la novena de Beethoven. La música del proyecto estuvo a cargo de Wendy Carlos.
Esta película presenta los altibajos que padecen un par de adolescentes (Michael Cera y Kat Dennings) en toda una noche de fiesta, donde cada situación, benévola o incómoda, es acompañada de una buena canción. Incluidos están Billy Joel, Vampire Weekend, Devendra Bahnart y Band of Horses.
Una aventura de verano en plenos años ochenta llena de romance, amistad, buena música, un poco de marihuana y un parque de diversiones hace de esta película algo muy entretenido. El soundtrack es digno de escucharse a fondo pues contiene piezas de Lou Reed, The Cure, David Bowie, New York Dolls y Poison.
Tras el velo de un filtro verde constante es que esta historia basada en el clásico de Dickens cobra vida a través de la lente de Emmanuel Lubezki y la dirección de Alfonso Cuarón. Son memorables las secuencias de amor (y desamor) exaltadas por la música de Pulp, Chris Cornell, The Grateful Dead y por supuesto, la inolvidable Bésame mucho de Consuelo Velázquez.
John Hughes siempre dio en el clavo para identificarse con la juventud de los años ochenta, pues con singular destreza lograba crear personajes que se convertían en automático en tu mejor amigo de la escuela. En esta cinta Molly Ringwald interpreta a la bella chica de rosa de este melodrama juvenil, que lleva como fondo temas de The Smiths, New Order e INXS, entre otros.
Una película que movió las fibras sensibles de toda una generación, gracias al buen corazón de una chica que termina rompiendo su burbuja y conociendo el amor por una curiosa casualidad; cuenta también con una música que se equipara al fabuloso destino de Amélie Poulain y que estuvo a cargo del inigualable Yann Tiersen.
Un western ejecutado a la perfección (como todas las obras de Tarantino) que es vehículo para tocar el tema del racismo y la esclavitud en los Estados Unidos, confirmó la calidad histriónica de Christoph Waltz y Samuel L. Jackson, aunque sobre todo de Leonardo Dicaprio. Todo lo anterior aderezado con música de Ennio Morricone, James Brown, RZA y Johnny Cash.
Un filme gótico por excelencia que incluye el dramatismo de la muerte de Brandon Lee (hijo de Bruce lee) en pleno rodaje, a manos de una pistola que resultó ser real y que fue usada en una de las escenas. Calles oscuras y una ciudad asediada por la mafia en una atmósdera soportada por la música de The Cure, Stone Temple Pilots, Nine Inch Nails, Violente femmes, Rollins Band y Pantera.
Un clásico de la mafia, que se une a grandes filmes como Casino y El Padrino entre los mejores del género, muestra el desarrollo de un chico de asecendencia irlandesa dentro de una familia criminal italiana en la década de los cincuentas, que se acompaña de un puñado de canciones memorables de la época; participan la gran Aretha Franklin, Tony Benet, The Cadillacs, Bobby Darin y George Harrison.
Birdman va por la forma y no por el fondo. Es una película que debe entenderse de esta manera y admirarse por su ejecución más que por el tema. Llena de plano secuencias excelentemente logradas y con cortes casi imperceptibles, hace también un homenaje a la música con una mezcla de sinfonías clásicas y la bacteria Motown del mexicano Víctor Hernández.
Esta cinta es la que mejor representa a la juventud de los ochenta, a través de cinco personajes que son llevados a detención en la prepartoria y con los que toda una generación creó un lazo que sigue siendo fuerte hasta hoy en día. La música de su soundtrack cuenta con varios temas instrumentales pero fue, sobre todo, inmortalizada por Don´t you forget (about me) de Simple Minds.
Qué decir de esta película de Danny Boyle. Fue un éxito inmediato por cómo llevó el tema de las adicciones entrelazado con la amistad y la esperanza. Una cinta con música espectacular de Lou Reed, Iggy Pop, Primal Scream, New Order, Pulp y Elástica, entre otros.
Una Scarlett Johansson al natural, el carismático y polifacético Bill Murray, una bella historia y la destreza de Sofia Coppola, dieron como resultado un filme digno de ingresar en este conteo. Por si fuera poco, la banda sonora incluye canciones de Peaches, Roxy Music, Sebastian Tellier, My bloody Valentine y Nino Rota.
El nombre lo dice todo. Una película que no tiene una gran calidad cinematográfica pero sí un estupendo soundtrack donde participan The Ramones, Lou Reed, Talking Heads, New York Dolls y The police.
Esta película narra la historia de amor entre una joven americana y un joven londinense que se conocen en un concert hall y donde cada etapa de su relación (nueve para ser exactos) es representada por una canción. Participan aquí Elbow, Franz Ferdinand, Black Rebel Motorcycle Club, Primal Scream y Goldfrapp, entre otras excelentes bandas.
Una oda a la soledad provocada por el asedio de la tecnología y la vida moderna, interpretada magistralmente por Joaquin Phoenix y la sexy voz de Sacrlett Johansson es la mezcla perfecta para acompañar un soundtrack magistral liderado nada más y nada menos que por Arcade Fire y James Murphy (de LCD Sound System).
Es una divertida película de un tipo obsesivo que hace un recuento de sus relaciones fallidas a través de la música, digamos que de muy buena música, pues contiene canciones de Elton John, Belle and Sebastian, Bruce Springsteen, Barry White, The Chemical Brothers, Queen, Aretha Franklin y The Velvet Underground.
Es la película emblemática de Quentin Tarantino, al menos la que lo lanzó a la fama a gran escala y le devolvió un lugar privilegiado a John Travolta. Sabemos que Tarantino tiene un gusto excelso para seleccionar las canciones precisas que entrarán en sus películas y en esta occasion no fue la excepción, pues hay secuencias memorables que tomaron notoriedad precisamente por esta razón, una banda sonora imperdible.
Es la prueba de que Saturday Night Live ha contribuido de manera significativa al desarrollo y sustento de la fina comedia estadounidense. Llena de blues y soul, cuenta con música de Aretha Franklin, James Brown y Johny Lee Hoocker, entre otros grandes.
Estandarte de las “road movies” y de los motociclistas, nos muestra un viaje por los Estados Unidos donde se muestra la contracultura del país en los años sesenta; se vale de canciones que se convirtieron en himnos con el paso de los años, como Born to be Wild, de Steppenwolf.
Película homónima del disco de una de las mejores bandas de rock de la historia (Pink Floyd), habla de la decadencia de “Pink”, el vocalista de una famosa banda de rock que se refugia en las drogas debido a los traumas que acarrea desde su niñez; algo muy similar a lo que pasó con su creador, Roger Waters. Vale la pena admirar su desarrollo en imagen y las grandiosas animaciones de Gerald Scarf. La música habla por sí sola.
Un genio, más otro genio, igual a Dancer in the Dark. La colaboración de Trier con Bjork no podia ser convencional en ninguna de sus aristas. Un musical lleno de dramatismo que nos deja una sensación de vacío, pero también llenos de admiración por la original y mágica composición musical de la gran artista Islandesa.
He aquí un gran guión, una gran dirección y una gran actuación. Una historia que va de lo onírico a lo real, del amor al drama, de la caricia al insulto, tan real y tan cercana que es imposible no identificarse con ella. Una banda sonora de 56 minutos que te trasladará a otro plano sin lugar a dudas, donde se destaca la melancólica Everybody´s gotta learn Sometime, de Beck.
Una película que sin duda te hace disfrutar. Una aventura musical llena de altibajos, discusiones, amor, amistad y aprendizaje. Cameron Crowe nos regala una historia semi-biográfica basada en sus experiencias adquiridas en viajes como reportero, donde acompañó a The Allman Brothers, Led Zepellin y The Eagles. La banda sonora cuenta con éxitos inolvidables de Bowie, Elton John, Led Zeppelin, Rod Stewart, The Beach Boys y The Who, entre otros.