"No pierdas la calma ante el caos. Mantente alerta cuando otros se distraen. Que no te intimide el desorden, no entres en pánico". La tercera estrategia de guerra del autor Robert Greene (relee 48 leyes del poder). Un consejo que parece ni mandado a hacer para los tiempos de la 4T... y para la era de la disrupción en los negocios.
Vivimos tiempos de gran cambio. Y es muy cierto, el caos encierra grandes oportunidades para el que está preparado. Este consejo es parte del libro Las 33 estrategias de la guerra, de Greene. No tienen desperdicio. Repasémoslas (según un resumen de ThePowerMoves):
ESTRATEGIAS PERSONALES
- Declara la guerra a tus enemigos. Tus enemigos te dan propósito y dirección. Pero elígelos bien. No pelees con todos y a todas horas.
- No pelees siempre igual. La forma en que ganaste la guerra pasada no garantiza que ganes la actual. Fluye, sé flexible.
- No pierdas la calma ante el caos.
- Crea un sentido de urgencia y desesperación. A veces tener la espalda contra la pared da la motivación para ganar.
ESTRATEGIAS ORGANIZACIONALES
- Evita el pensamiento grupal. Ejerce la autoridad con un grupo pequeño de personas que compartan tus ideas. Evita la grilla.
- Segmenta tus fuerzas. Descentraliza para ganar movilidad y velocidad. Unidades independientes con misiones claras.
- Transforma tu guerra en una cruzada. Construye un propósito grupal mítico. No subestimes el poder del entusiasmo grupal.
ESTRATEGIAS DEFENSIVAS
- Elige bien tus batallas.
- Contraataca. Sorpréndelos cuando ya estén cansados.
- Construye una presencia amenazante (Trump es un maestro). Que tu enemigo te tema antes de iniciar la guerra.
- Intercambia tiempo y espacio. Juega con la inactividad. Reconstruye tus defensas.
ESTRATEGIAS OFENSIVAS
- Pierde batallas, gana la guerra. Dales triunfos pírricos.
- Conoce a tu enemigo. Descubre sus debilidades.
- Abrúmalos con velocidad. Pega primero. No les des tiempo de reaccionar. Vuélvelos reactivos y emocionales.
- Controla la dinámica. Cambia el campo de batalla. Reenmarca las negociaciones. Modifica los factores.
- Pega donde duele. Córtales la "línea de vida".
- Derrótalos en el detalle. Divídelos y los conquistarás.
- Atácalos en sus flancos. Evita el combate frontal.
- Rodéalo y aniquílalo. Pero OJO, si fallas en este curso serás tú el que quede vulnerable.
- Llévalos a la debilidad. Crea desorden y ataca.
- Negocia sin dejar de avanzar. Sobre todo, si tienes una posición débil; la inactividad te perjudica.
- Ten una estrategia de salida. Para el triunfo o la derrota. Las guerras interminables no tienen sentido.
ESTRATEGIAS NO CONVENCIONALES (guerra sucia)
- Mezcla hechos y ficción. Engáñalos y confúndelos.
- Desafía sus expectativas. Sorpréndelos.
- Ocupa el terreno moral alto. Que ellos sean los corruptos (¡ufff!, me suena muuuuy familiar).
- Niégales un blanco fácil. Que sus armas apunten a nada.
- Aparenta trabajar por los interese de otros mientras avanzas los tuyos (otra que suena familiar, ¿no?).
- Dales a tus rivales cuerda para que se ahorquen.
- Dales mordiditas pequeñas. Para cuando quieran librar la guerra quizá ya estén muy debilitados.
- Conquista sus mentes. Comunica para debilitarlos.
- Destrúyelos desde adentro. Infíltralos y destrózalos.
- Simula plegarte para dominarlos. Camufla tus intenciones. Libra una guerra sin violencia.
- Provoca pánico a través del terror. Sobre todo, con rivales débiles. Ejemplo: Trump y los "aranceles migratorios".
¡Wow! Totalmente maquiavélicas... y, la verdad, muy prácticas. Revisa el actuar de Trump o de Andrés Manuel y por ahí verás aplicadas más de una de estas 33 estrategias. Valiosas para librar una guerra en los negocios, la oficina o la política. Ah, y sobre todo para identificar algunas de las razones del éxito de ciertos competidores o personajes políticos notorios, ¿no crees? Espero que te sirvan.
En pocas palabras...
"Di siempre menos de lo que necesitas decir".
Robert Greene, autor estadounidense.