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Tu tribu define tu futuro: las personas que elevan tu vida

Por: Mariana Monserrat Ramos Turrubiartes
Auditora interna del SGC ISO 9001; emprendedora y jefa del departamento de idiomas de la Normal del Estado de SLP
marianart08@gmail.com

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¿Alguna vez te has puesto a pensar en todas las personas nuevas que has conocido? Cada una de ellas deja una huella en ti, para bien o para mal, la gente de la que te rodeas tiene el poder de influir directamente en tu motivación, tu bienestar y tu rendimiento.

La ciencia lo confirma: las emociones son contagiosas. Si compartes mucho tiempo con alguien que constantemente se queja, desconfía o transmite negatividad, lo más común es que absorbas esa energía y esos pensamientos. Por otro lado, estar cerca de quien te impulsa cambia por completo tu día a día. A esto se le llama energía relacional positiva, la cual está respaldada por estudios que demuestran cómo nuestras interacciones con otros generan reacciones neuroquímicas. La energía positiva ayuda a liberar dopamina y oxitocina, sustancias relacionadas con la confianza, la motivación y el vínculo. Incluso puede reducir el cortisol, hormona que nuestro cuerpo libera como respuesta al exceso de estrés.

La psiquiatra Marian Rojas, reconocida en España, llama a estos individuos “personas vitamina”, pues te inspiran a ser mejor, en contraste con las “tóxicas”. Piensa en ese compañero que siempre te escucha o celebra tus logros sin envidia, o esos sujetos que sin explicarlo te brindan una sensación de felicidad cuando convives con ellos. La presencia de seres así en un entorno laboral y en tu vida puede ser el parteaguas entre un equipo estancado y uno que evoluciona.

En tiempos donde la desconexión emocional se ha vuelto cada vez más común, incluso dentro de oficinas llenas de gente, conectar es una necesidad, pues la soledad, según estudios de Harvard, puede deteriorar tanto la salud mental como la física. Los grupos que cultivan relaciones genuinas y constructivas logran niveles más altos de colaboración, creatividad y producción. Y para rodearnos de personas que suman, primero debemos trabajar en nosotros. Conocernos, aceptarnos y comprender nuestras propias limitaciones; asimismo, debemos identificar los rasgos que nos impiden crecer o generar vínculos. Ser parte de un buen equipo no sólo se trata de encontrar a los demás, sino de estar dispuesto a aportar a quienes están a tu alrededor.

Una persona con energía relacional positiva dentro de un equipo puede generar efectos que trascienden: mejora la moral, fortalece la comunicación y se convierte en un soporte. Es decir, hacer sentir bien a aquellos que te rodean conduce a que los otros confíen y conecten contigo de manera auténtica. Y lo mejor de todo es que esa energía regresa. Cuando eliges contribuir, reconocer, escuchar y te transformas en alguien que los demás quieren tener cerca, también te puedes volver una red más fuerte y significativa a tu alrededor.

Por lo tanto, cuando te plantees una meta o quieras alcanzar algo en específico, acércate a gente que sume a tu vida y te enseñe a salir de tus zonas de confort para seguir creciendo y crear tu mejor versión.