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Alerta que salva vidas

Por: MDPL. Daniela Barrera Rodríguez
Abogada laboralista
barrerardzdaniela@outlook.com

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La frustración es algo que tenemos que procesar en nuestra vida, aquello que se sale de control o no podemos solucionar, existen distintos grados que resultan proporcionales a la causa de origen. El detonante puede ir desde un objeto de uso cotidiano que no localizamos hasta la pérdida de un ser querido, el ingrediente en común es la sustracción de algo o alguien que damos por sentado en nuestra vida y la consecuencia inmediata es la búsqueda de respuestas para aquellas interrogantes que nuestro cerebro no logra responder.

Tomando como base lo anterior quiero que imagines el sentimiento que desencadenaría en un papá o una mamá no encontrar a su hijo pequeño, inimaginable, ¿verdad? Lamentablemente, hoy en día, es una situación que se repite con frecuencia; la desaparición de un menor sin dejar rastro, el arrebato de los brazos de la persona que lo acompaña o su hurto de una rutina habitual son fenómenos en alarmante aumento.

Para combatir las nuevas prácticas y dar una pronta solución, el gobierno de la República instituyó el 28 de julio de 2012 la Alerta AMBER, un programa nacional de coordinación intersecretarial de diversas dependencias públicas de los tres niveles de gobierno, medios de comunicación, sector académico y empresarial, organizaciones de la sociedad civil y cualesquiera que pudieran estar involucrados en la difusión del mensaje desde el ámbito de sus respectivas competencias; lo anterior a fin de emitir una alerta temprana en atentados contra niños, niñas o adolescentes, tales como ausencias, desaparición, extravío, privación ilegal de la libertad u otro acto que presuma la comisión de un delito en contra de un menor de 18 años.

El proceso se materializa mediante un aviso que contiene toda la información disponible sobre el involucrado para lograr su pronta localización y evitar que sufra un daño. Se emite por las autoridades de procuración de justicia bajo un formato oficial del programa con carácter de urgente, a través de la red nacional de contactos y la infraestructura existente, con el propósito de llegar a la población en general para que proporcione información relacionada con el caso o el paradero del perjudicado.

Para la activación es necesario que el afectado sea menor de 18 años, que tenga su información suficiente y las circunstancias de los hechos, aunado a que se encuentre en peligro inminente. La alerta cuenta con una identidad posicionada en la comunidad, permitiendo superar barreras en las vías de comunicación y difusión del mensaje, actuando de manera pronta a la solicitud de búsqueda y ayuda a fortalecer la sinergia entre la ciudadanía y el Estado.

El origen de este programa no es propio de nuestro país, sino que fue consecuencia del terrible caso en contra de la niña de 9 años Amber Hagerman, quien en 1996 fue secuestrada y brutalmente asesinada en la comunidad de Arlington, Texas. En su memoria se creó el America's Missing: Broadcast Emergency Response (AMBER), debido a la conmoción ocasionada fueron las radiodifusoras locales las que iniciaron la difusión de un Sistema de Alerta de Emergencia para transmitir información de los secuestros de menores en la localidad de Dallas. La iniciativa comenzó a tener un alto índice de efectividad, por lo que fue adoptada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y replicada en diversos países.

Si bien la labor de investigación de cada Fiscalía es innegablemente necesaria para la pronta resolución de cada caso, este programa desarrolló una herramienta adicional que, a la par, involucra a la sociedad, le da cara a las víctimas que permanecen en el anonimato y concientiza de los peligros inminentes, con el propósito de que, mediante la cotidianidad de cada persona, pueda servir de ojos y oídos de las autoridades.

No se trata de invocar situaciones negativas, sino de estar preparados para la realidad. Siempre está en primer lugar la prevención, pero existen circunstancias que nos superan, por ello considero primordial contar con las herramientas mínimas básicas para afrontar aquello que la vida nos presenta. Son variados los caminos que podemos tomar para llegar a un feliz resultado, el que pretendo dar a conocer se trata de uno que coadyuva con diferentes ámbitos de la sociedad y, por lo tanto, considero mayor su eficacia; puedes recurrir a diversas instituciones, asociaciones o cualquier organización para obtener respuestas, siempre que sean de tu entera confianza y anteponiendo el factor tiempo, pues los primeros minutos resultan los primordiales y decisivos.