SALUD
“La función de la libertad es liberar a alguien más”, Toni Morrison.
Pese a los avances en la ciencia, y en particular en el ámbito de la salud, uno de los grandes problemas que afecta a las personas y a la sociedad es la relacionada con la muerte materna, ya que en el mundo se calcula que cada día mueren unas 830 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto; y es que, por un lado, tenemos los embarazos adolescentes y, por el otro, gestación en mujeres de edad avanzada (a partir de ≥ 35 años de edad).
Mucho podemos hablar de ambas situaciones, pero quiero enfocarme de forma general en el periodo fértil de los hombres y las mujeres, partiendo del reconocimiento de sus derechos sexuales y reproductivos, entre los cuales destaco el derecho a decidir si tienen o no hijos, el número de estos y el momento e intervalo para tenerlos, lo cual reconocemos como planificación familiar; y como el contar con un programa sobre este tema al interior de las empresas puede traer beneficios, al disminuir el número de ausencias de empleadas y empleados por embarazos no planificados y con complicaciones físicas, emocionales y sociales.
Y es que la salud de las mujeres y sus bebés depende en gran medida de la salud de ambos padres antes de la concepción, desafortunadamente con mucha frecuencia sólo se responsabiliza a las mujeres y es incluso a quienes se les exige el cuidado. Pero, reitero, la obligación es de ambos padres, porque poco se habla de los cuidados de la salud del hombre previo a un embarazo, pues es importante que también ellos puedan tener una evaluación desde sus antecedentes personales y familiares, su estado nutricional, su salud mental, medicación, estrés o comportamientos de riesgo, ya que existe evidencia de que la ingesta de algunos medicamentos o sustancias psicoactivas como alcohol y tabaco afectan la calidad del semen y los espermatozoides.
Ahora bien, reconociendo que el periodo de gestación es un proceso fisiológico que conlleva importantes cambios en el cuerpo de una mujer, como son cardiovasculares, respiratorios, gastrointestinales, hematológicos, endocrinos, renales y urinarios, que pueden generar complicaciones, agravando la condición de una o varias enfermedades preexistentes o contribuir, si se tiene factores de riesgo, al desarrollo de algún padecimiento de forma crónica, por ejemplo, diabetes o hipertensión; toma relevancia fortalecer la oferta de los servicios preventivos en salud, particularmente en planificación familiar y atención preconcepcional, entendida como el cuidado continuo durante la edad reproductiva de la mujer para que, en el momento en que elija quedar embarazada, se encuentre en las mejores condiciones posibles de salud, conlleva desde la primera consulta médica, evaluar las condiciones médicas preexistentes, el control nutricional, el peso, existencia de trastornos alimenticios y actividad física, si se tienen hábitos no saludables, esquema de vacunación, historia sexual y reproductiva, historia hereditaria o genética, ingesta de medicamentos e infecciones, para lo cual será fundamental la toma de estudios de laboratorio.
Una de las causas principales de la muerte materna es la enfermedad hipertensiva del embarazo, la cual está directamente relacionada con factores de riesgo como la obesidad, padecimiento con un importante componente metabólico y que desafortunadamente vemos con mayor frecuencia en consulta, y que sufren 4 de cada 10 mujeres mexicanas de 20 años y más, lo mismo que la hipertensión, presente en cada 2 de 10 mujeres, y la diabetes en una de cada 10 mujeres en nuestro país, de acuerdo con la Encuesta de Salud y Nutrición 2018.
De igual forma, es común escuchar que la mujer embarazada debe consumir algunas vitaminas para prevenir daños en la salud de su bebé, como el ácido fólico para evitar defectos del tubo neural, que pueden ocasionar problemas de discapacidad, y desafortunadamente, cuando debiera tomarse mínimo 3 meses antes por la mujer y el hombre que desean tener hijos, lo comienzan a ingerir hasta que se percatan del embarazo.
Muchos otros problemas de salud se podrían mencionar, empero el mensaje final que quiero señalar es que aun cuando el embarazo puede o no ser complicado, muchas acciones preventivas se pueden llevar a cabo para disminuir los riesgos, si la población de mujeres y hombres en edad reproductiva tuviera mayor acceso a los servicios preventivos de salud sexual y reproductiva, y un adecuado asesoramiento preconcepcional y de planificación familiar; estamos conscientes de que todo ello a veces significa hacer cambios sociales, culturales e incluso políticos, pero que constituyen un derecho fundamental, así como un deber de toda persona responsable.
