CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Fue hace un año en el WWDC de Apple que vimos por primera vez las imágenes del Apple Vision Pro, que se perfilaba para ser la siguiente gran apuesta de Cupertino en el mercado tecnológico y en un principio parecía que iba a ocurrir justo eso, hasta que no sucedió.
En números pasados de Stratega Business Magazine escribí sobre las posibilidades de la realidad virtual y el llamado “metaverso” que se transformó en las tendencias del mercado Cripto, que se extinguió con el ocaso de la pandemia por COVID-19 y ahora pareciera que pasó lo mismo con la “tecnología más prometedora de todas”: la realidad aumentada.
En este panorama vimos a marcas como Microsoft y Meta lanzarse con propuestas interesantes con sus HoloLens y Quest, respectivamente, los cuales integraban pantallas e interfaces en nuestra vida cotidiana de manera versátil, en su momento se volvió para muchos el paso natural al que emigrarían otras empresas como Samsung y Sony, sólo faltaba que llegara Apple para legitimar el mercado como lo ha hecho en otras ocasiones.
En 2023 se dio a conocer la apuesta de la empresa de la manzana con el Apple Vision Pro, un dispositivo elegante y versátil que ofrecía cosas que la competencia no podía, como la manipulación de la realidad aumentada sin el uso de controles o mandos físicos, al mismo tiempo que poseía una integración de ambientes virtuales jamás logrado por otras empresas.
Incluso en los primeros meses de lanzamiento Apple tuvo problemas para seguir la demanda de su nuevo producto que prometía ser otro dispositivo ubicuo en esta vida como los smartwatches, los smartphones y las tablets, sin embargo, de pronto Apple Vision Pro terminó en el mismo lugar que Meta Quest y tantos otros casos: en un rincón de la sala acumulando polvo.
¿Qué fue lo que salió mal? Para muchos el principal detractor del Apple Vision Pro radicaba en su precio, pues resultaba difícil justificar una compra de más de 70,000 pesos por un aparato que ofrecía funciones tan limitadas.
Poniendo en perspectiva el precio del casco de realidad aumentada de Apple frente a su competencia surgían más dudas. Y es que Meta Quest 3 se vendía y se sigue vendiendo a un precio menor a 11,000 pesos.
Y justo otro tema importante a destacar es que Apple Visión Pro ha desaparecido de muchos mercados en el mundo incluyendo México, donde el dispositivo ya no se encuentra en la aplicación oficial de la Apple Store y las búsquedas en Google arrojan sólo resultados por parte de negocios específicos de tiendas departamentales y revendedores.
Portales como CNET y The Verge reportaron que Apple había detenido la producción del dispositivo y su futuro estaba en suspenso. Más allá del precio, el cuestionamiento más importante sigue sin responderse: ¿qué justifica un gasto millonario en un aparato que, en esencia, puede ser reemplazado con un smartphone o una humilde computadora de gama baja, pues son capaces de realizar las mismas funciones?
Apple tiene que replantearse estas preguntas antes de volver a apostar por una tecnología que parece haber sido abandonada por el mundo que ahora sigue fascinado con el nuevo juguete de moda: la inteligencia artificial.
