INICIO | PUNTO VERDE
PUNTO VERDE

El manifiesto ecomodernista, ¿solución o idealización?

Por: ME. Alejandra Haro Mejía
Química analista, emprendedora y fundadora de inspanish.net
@aleHaMe

Share This:

El manifiesto ecomodernista fue publicado en abril del 2015 por 18 científicos ambientalistas, académicos y activistas. Su popularidad ha ido en aumento y continúa formando parte en debates, discursos y movimientos sociales, como una política ecológica que da solución a los problemas medioambientales ocasionados por las actividades humanas.

A diferencia de los ambientalistas tradicionales que buscan una ruptura de los sistemas actuales y una reintegración de las sociedades humanas al ecosistema natural, los ecomodernistas afirman que humanos y medio ambiente pueden prosperar en armonía sin dicha ruptura; intensificando la agricultura, la extracción de energía, la silvicultura y los asentamientos para disminuir la utilización de la tierra. Lo cual nos lleva a cuestionar si el uso de los recursos de manera más eficiente y efectiva es la solución a los problemas medioambientales o si es una idealización interesante.

Este manifiesto propone procesos socioeconómicos y tecnológicos para la modernización económica y la protección del medio ambiente. Es decir, plantea la posibilidad del progreso económico y la sustentabilidad a través de la tecnología. En sus propias palabras es: “Un manifiesto para hacer uso de los extraordinarios poderes de la humanidad al servicio de la creación de un buen antropoceno”.

El término antropoceno fue utilizado por Paul Crutzen (premio Nobel de Química) para referirse a la época en la que se dio inicio a cambios biológicos y geofísicos a causa de las actividades del hombre, proponiendo su comienzo en el año 1784, cuando se perfeccionó la máquina de vapor y se abrió paso a la Revolución Industrial. Sin embargo, en los últimos años se ha puesto en tela de juicio este vocablo.

Por un lado, los especialistas en estratigrafía opinan que es necesario comprobar la ruptura universal entre las capas sedimentarias de dos épocas para señalarnos en la época antropocena; a lo que se discute la presencia de partículas de plástico y compuestos químicos de origen antrópico en los sedimentos. A su vez, los antropólogos e historiadores se oponen al uso del vocablo “anthropos”, haciendo responsables al sistema económico y las sociedades occidentales de dicha evolución; proponiendo denominaciones como Capitaloceno y Occidentaloceno.

De acuerdo con los autores del manifiesto ecomodernista, un buen antropoceno es posible si utilizamos los crecientes poderes sociales, económicos y tecnológicos para desvincular a los seres humanos de la tierra mediante una urbanización masiva, dejando al mundo natural reverdecer y repoblarse de vida silvestre.

Esto significa un adiós a la población rural, la cual encontrará en la economía formal empleos urbanos. Secundando los cultivos transgénicos para producción masiva y mayor rendimiento de la tierra. Además de la búsqueda de una eficiencia energética encausada a la energía nuclear de próxima generación. El manifiesto sostiene que la modernización ha liberado a gente de la pobreza, mujeres de la servidumbre y minorías de la opresión. Cabe señalar que también ha sometido a otras a dichas circunstancias.

Tiene sentido buscar innovaciones tecnológicas que moderen el uso de insumos con la finalidad de reducir la emisión de contaminantes y la utilización de recursos naturales no renovables. Siempre y cuando esto vaya encaminado a un desacoplamiento al consumo, siendo que las demandas de los países desarrollados superan la capacidad planetaria y su impacto ecológico es global. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoce que si se pudieran suprimir las emisiones de dióxido de carbono en dichos países, aun así, se sobrepasarán los límites impuestos por la biosfera hasta el 2050.

El manifiesto hace generalizaciones sin examinar los problemas que ofrece la modernización, poco profundiza en cómo se resolvería la pobreza y se generarán salarios justos. La narrativa de solucionar los problemas sociales mediante la modernización, urbanización y producción eficiente no es nueva; y, por lo general, termina favoreciendo a la élite y generando pobreza urbana.

Es cierto que se debe buscar hacer mejor uso de la ciencia y la tecnología, apoyar teorías útiles y progresistas. No se cuestionan las buenas intenciones de los ecomodernistas y su visión optimista hacia las capacidades humanas y el futuro. No obstante, problemas complejos necesitan soluciones claras.