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El poder del ser humano: comportamiento prosocial en las organizaciones

Por: MPO. Jennifer Amozorrutia
Experta en Cultura y Ambiente Laboral
jamozorrutia1@gmail.com

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Imagina que estás en tu oficina y observas que un colega está teniendo dificultades para finalizar una tarea urgente. Sin pensarlo dos veces, decides ofrecer tu ayuda, dedicando parte de tu tiempo para asegurarte de que el proyecto se termine a tiempo. Este gesto altruista no sólo alivia la carga de tu compañero, sino que también fortalece el sentido de equipo y comunidad dentro del trabajo. Este tipo de comportamiento, conocido como prosocial, es crucial para la construcción de culturas laborales positivas y colaborativas, reflejando la esencia humana de solidaridad, el poder del ser humano.

 

¿Por qué es relevante el comportamiento prosocial en las organizaciones?

El comportamiento prosocial abarca acciones voluntarias socialmente valoradas, que beneficien a otros. En el ámbito organizacional incluye actividades como asistir a compañeros, compartir recursos y ofrecer apoyo emocional. Estas acciones no sólo promueven el bienestar de los demás, también incrementan el propio. Implica fomentar la empatía, ser proactivo en el apoyo a otros e incluso cuidar el medioambiente.

A nivel individual, conceptos como altruismo, cooperación, generosidad, apoyo, civilidad y respeto son clave. En el entorno corporativo, estos valores se traducen en estrategias y políticas de responsabilidad social, diversidad, inclusión y liderazgo humano. Ayudar a otros nos conecta, activa la empatía, fortalece la solidaridad, promueve la tolerancia, fomenta la cooperación, genera un sentido de colectividad, maximiza la confianza y nos hace más asertivos. Nos recuerda que vivimos en una realidad interdependiente.

En 2024, el comportamiento prosocial ha ganado protagonismo debido a la creciente preocupación por la salud mental, la importancia de la resiliencia en tiempos de cambio constante, y la necesidad de culturas diversas e inclusivas. Además, con la adopción de modelos de trabajo híbrido y remoto, el sentido de comunidad y la cohesión del equipo requieren un esfuerzo deliberado y consciente.

 

¿Cómo fomentar el comportamiento prosocial en tu organización?

Tal como lo destaca una encuesta global realizada por Forbes Insights y Deloitte en 2019: las empresas son más que simples empleadores; son guardianes de la sociedad. Para potenciar esta importante labor, aquí algunas formas de fomentar el comportamiento prosocial.

Al interior de la organización:

  • Impulsar prácticas culturales de impacto social y ambiental: incentiva y reconoce estas prácticas tanto a nivel personal como de equipo.
  • Promover la colaboración: fomenta comportamientos y actitudes enfocadas en la cooperación entre equipos y áreas.
  • Vivir los valores organizacionales: a través de sensibilización, capacitación e incentivos, alienta comportamientos alineados con la misión de la empresa.
  • Replicar prácticas a la comunidad: motiva a los colaboradores a aplicar comportamientos prosociales en su entorno familiar y comunitario.
  • Reforzar mensajes internamente: utiliza la comunicación interna y los líderes para reforzar estos valores.

A lo externo:

  • Comunica mensajes y acciones clave: promueve estas acciones entre inversionistas, proveedores, aliados y en la cadena de valor.
  • Integra a clientes en programas sociales: conecta a tus clientes y consumidores con iniciativas que reflejen misión y valores de tu organización.

Implementar estas prácticas no sólo crea un ambiente más armonioso y productivo, sino que posiciona a las organizaciones para enfrentar desafíos con mayor cohesión y eficacia. El comportamiento prosocial no es sólo un ideal deseable, es un poder inherente de las personas para mejorarnos a nosotros mismos y a los demás. Esto permite que las organizaciones aspiren a prosperar en el dinámico y competitivo mundo laboral de hoy.