DEPORTES
Todos los deportes tienen a sus grandes exponentes. Algunos de ellos sostienen la historia entera de sus diciplinas, otros una brillantez absoluta y muchos títulos para comprobarlo. También están aquellos que han logrado las proezas menos esperadas y los que derribaron barreras para que otros pudieran brillar.
Para el automovilismo, uno de esos inolvidables es Fernando Alonso. El piloto español es un incansable exponente del deporte que no sólo dejó marcas importantes en la Fórmula 1, sino que se aventuró a pelear y ganar en otras categorías.
Alonso es un ícono del deporte español. El primero de su país en coronarse dos veces campeón del mundo y piloto con más carreras iniciadas en F1. Hoy en día, con 42 años compite con la mezcla perfecta de equilibrio físico y mentalidad de ganador. Lo que lo convierte en uno de los conductores que acaparan más reflectores.
La prensa especializada destaca lo emblemática que resulta su figura. Fue uno de los primeros pilotos en firmar campañas millonarias con todo tipo de marcas de primer nivel. Sobre todo, en la primera década del 2000 donde dominaba en las pistas y les dio batalla a otros titanes históricos del automovilismo.
Su historia deportiva le permite destacar permanentemente entre sus compañeros de profesión. Actualmente, al ser el más veterano y tener una personalidad altamente competitiva, se ha convertido en uno de los personajes más contestatarios del entorno de la F1. Y esto no pasa desapercibido para el público, que muchas veces se embandera con sus comentarios y declaraciones.
Alonso ha sido muy vocal con respecto a la diferencia que existe entre los pilotos españoles y latinos, y los del resto del mundo. Ese discurso constante ha hecho que el público español y americano se conecte de gran forma con el asturiano. Ya que siempre ha dado voz a los hispanoparlantes en un deporte con manejo anglosajón.
Este piloto no sólo es un férreo competidor en las pistas. También es un importante empresario que ha sabido explorar diferentes horizontes. Como cualquier deportista de la era actual, su imagen se ha convertido en uno de sus réditos más grandes.
Es dueño de la marca de ropa urbana y deportiva Kimoa cuyos principios radican en la sustentabilidad y el diseño ecofriendly. Este fue uno de los proyectos impulsados por Alonso durante el hiato que tuvo en su carrera. Lo brillante es que nació siendo una empresa emergente manejada por el propio Alonso y sus socios. Hoy, en su regreso a la alta competencia, es uno de sus sponsors oficiales.
Justamente en esa pausa, aprovechó para luchar por una triple corona en el automovilismo. El reto consiste en ganar el Gran Premio de Mónaco en Fórmula 1, las 24 horas de Le Mans y las 500 millas de Indianápolis, en la Indy Car. Lamentablemente, le faltaron los buenos resultados en esta última.
Por si fuera poco, la inquietud lo llevó también a probar suerte en el Rally de Dakar, donde tuvo buenos resultados en algunas etapas, pero sólo aprovechó para vivir la experiencia y tomar fuerzas ante su regreso a la F1.
Hablar de automovilismo es hablar de Fernando Alonso. Su trayectoria es impresionante y su carácter imbatible con una brillante obsesión por la excelencia y el performance lo convierten en un ícono del deporte mundial.
Hoy por hoy, en un presente importante junto a Aston Martin, Fernando Alonso busca acrecentar su historia en un deporte que le exige a quienes lo practican tener nervios de acero, excelencia física y mucha hambre de triunfo.
Habrá que ver cuánto tiempo más tendrá Alonso, y si hay más victorias en un panorama cercano. Pero no hay duda, el legado y la leyenda siguen.
