"La marihuana no es una droga, es una hierba".
Willie Nelson
El ministro presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, lo declaró "un día histórico para las libertades". El pasado 28 de junio, efectivamente, la Suprema Corte de Justicia aprobó, por ocho votos contra tres, la declaratoria de inconstitucionalidad de los artículos de la Ley General de Salud que prohíben el consumo de marihuana. "Se consolida el derecho al libre desarrollo de la personalidad tratándose del uso lúdico o recreativo de la marihuana", declaró Zaldívar. En términos prácticos, el consumo de la marihuana dejará de estar penado en México.
Aunque no lo parezca, la decisión fue cerrada. Ocho ministros votaron a favor y tres en contra, pero se requieren ocho votos para declarar la inconstitucionalidad de una ley. Con un solo ministro que hubiera cambiado su voto, la declaratoria habría quedado en el limbo sin importar los fallos anteriores.
Los argumentos disidentes son relevantes. El ministro Jorge Pardo Rebolledo ha señalado desde 2015 que es incongruente despenalizar el consumo de la marihuana mientras se mantienen las prohibiciones a la producción y la venta. Esto genera incertidumbre legal.
Una vez que se publique la sentencia con su engrose, el camino para consumir marihuana de forma legal será solicitar un permiso de la Cofepris. Esta institución los ha negado hasta ahora de manera sistemática, pero los usuarios promovían amparos para obtenerlos. La Cofepris ya no podrá seguir negándolos, pero la única forma en que el usuario podrá obtener la marihuana es cultivándola él mismo, ya que la comercialización seguirá prohibida. Será también ilegal la compra de semillas, por lo que para cultivar la planta legalmente habrá que violar la ley primero.
Esta incongruencia jurídica sólo podrá resolverse con nueva legislación. Los legisladores, sin embargo, han sido omisos durante años y hoy las iniciativas en la Cámara de Diputados y el Senado son radicalmente distintas.
El presidente López Obrador, fiel a sus convicciones conservadoras, se ha mostrado escéptico ante el fallo. Declaró que aceptará la decisión de la Corte, pero que va a "recoger los sentimientos de la gente, los puntos de vista de todos, y ver cómo se va desenvolviendo esta medida. Si vemos que, en vez de ayudar perjudica, pues plantearíamos nosotros un cambio; enviaría yo, de acuerdo a mis facultades, pues una iniciativa de ley". No será tan fácil, sin embargo. Si el fallo garantiza un derecho fundamental, "el libre desarrollo de la personalidad", como apunta el ministro presidente Zaldívar, no podrá ser revertido por una simple ley secundaria.
A pesar de todos los huecos legales, considero el fallo como un paso en la dirección correcta. Medio siglo después de que Richard Nixon lanzó la guerra contra las drogas en junio de 1971, el fracaso ha sido dramático. La prohibición no ha reducido el consumo, el cual ha aumentado de manera muy importante, pero sí ha provocado violencia, especialmente en países como México.
El Congreso debe tomar medidas para legalizar definitivamente y sin ambigüedades la producción, el comercio y el consumo de la marihuana. Debe considerar también la despenalización de las demás drogas. Los cuantiosos recursos que hoy se utilizan infructuosamente para la represión deben emplearse para la educación. El consumo de marihuana, y de otras drogas, debe ser tratado como un problema de salud, y no como un delito que deba combatirse con violencia y castigarse con penas corporales.
Muy difíciles
Primero dijo que no había desabasto, después que compraría los medicamentos en el extranjero, AMLO reconoció que "hay medicamentos que son mucho, mucho muy difíciles de conseguir". Es cierto. Debido a que son genéricos y baratos, y a que se requieren producciones enormes, ha sido imposible hasta ahora reemplazar a los productores nacionales.