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ECONOMÍA

Puede dólar regresar a 19.80 pesos

Por: Joel Martínez
Agencia Reforma / Director general de Visor Financier. Comentarista de radio en temas financieros.
@joelmartinez132

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La fortaleza del peso mexicano, y de varias monedas emergentes en los últimos tres meses, debe asombrar a quienes habían sido muy pesimistas.

Ya lo he remarcado: el precio del dólar en el mediano plazo es cuasi contable.

De manera simple, pero muy cercana a la realidad, básicamente el precio del dólar depende de una buena o mala balanza de pagos.

Al final, ahí se registran las entradas y salidas estructurales de los flujos de divisas, como el saldo de dólares por el comercio de mercancías en la balanza comercial.

Las remesas, los pagos de intereses de deuda, turismo, etc., también se ven reflejados, pero en la balanza de servicios.

Además, la balanza de capitales registra las entradas y salidas por Inversión Extranjera Directa (IED), las colocaciones de deuda externa (pública y privada), las inversiones de portafolios globales en mercado de dinero (los llamados bonos “M”) y en las acciones de las bolsas mexicanas de valores.

Muchas veces el tipo de cambio se mueve muy rápido y de manera especulativa, sobre todo por dos mecanismos:

  1. Que los extranjeros determinen vender muchos bonos “M”.
  2. Que las personas o empresas nacionales decidan “dolarizarse”.

La “dolarización” va desde quién legítimamente quiera invertir su patrimonio en otra moneda, hasta quienes reciban dólares pero no los vendan o quienes se “apalancan” usando crédito en pesos para compra de divisas.

Ninguno de los fenómenos mencionados es ¡fuga de capitales!

Eso pasa en todos los países con monedas que tienen mucha liquidez, incluso en Estados Unidos y Europa, por mencionar regiones que impactan al común de las personas.

Ya hemos mencionado que la salida de extranjeros en bonos “M” del año pasado fue para incorporar títulos de China en su carteras, que fueron autorizados para formar parte de los índices de bonos globales que replican muchos portafolios institucionales mundiales, como fondos de pensiones y soberanos.

Si esto coincide con la “dolarización” de locales, pues los movimientos son bruscos.

Como he dicho, los repuntes del precio del dólar por estos conceptos no necesariamente son definitivos.

La salida de estas divisas por lo dicho arriba, no es el anticipo de una mayor depreciación o, peor aún, de una macro devaluación.

Sólo son flujos de salida rápida que al paso del tiempo pueden ser compensados por flujos más estructurales (más lentos de entrada) del comercio de mercancías o servicios (superávit comercial, flujo de remesas, etc.).

Mientras la balanza de pagos no se deteriore de manera generalizada, las burbujas del tipo de cambio se “pinchan”, es decir, el precio del dólar baja.

Las “dolarizaciones” especulativas de los locales, apalacandas en pesos, por crédito o porque no quieren vender dólares del pago de remesas empresariales, se reprimen subiendo las tasas como ha hecho Banxico.

Hoy la TIIE de 28 días es de 6.225 por ciento.

Comprar dólares a 20.30 con un crédito de TIIE +3 puntos implica que cuesta 1.87 pesos en un año.

Es decir, necesitan que el precio del dólar esté en 22.17 pesos para no perder.

El ejercicio se puede hacer mes a mes, lo hago al año para que se vea el efecto de una tasa alta en pesos, eso es lo que se llama carry trade.

Cuando el carry trade es alto y la cuenta externa razonablemente sana, apostar contra la moneda local es peligroso.

El ejemplo más claro es Brasil, que tiene una tasa de referencia de 10.75 por ciento y un tipo de cambio subvaluado con una cuenta externa razonablemente equilibrada; lógico el “real” es rey.

Eso lo saben los portafolios globales y los traders de arbitrajes de emergentes que operan en Nueva York.

México tiene una cuenta externa bastante favorable, las tasas locales son altas y cuando menos van a subir a la par de la Reserva Federal, en pocas palabras tienen un alto carry trade.

No hay que “pastorear” al tipo de cambio diciendo que hay una “tensa calma”.

Las tasas tan altas en pesos y una cuenta externa favorable hacen posible un tipo de cambio de 19.80 a 20.10 pesos por dólar, que es su fair value.

Aunque haya crisis momentáneas.