INICIO | STRATEGIAS
STRATEGIAS

Tutor genio

Por: Jorge A. Meléndez
Licenciado en Economía del Tecnológico de Monterrey, donde fue premio al saber. Director de Proyectos Especiales para Grupo Reforma
@jorgemelendez

Share This:

"¿Dónde están todos los Einsteins?", se pregunta Erik Hoel en un interesante y provocativo artículo.

El neurocientífico estadounidense argumenta que la cantidad de genios hoy en día, en relación la población, es mucho menor que en el Renacimiento, por ejemplo.

Hoel tiene una hipótesis controversial: "un método representa la mejor manera de educar a un niño: la tutoría uno a uno. Es profundamente injusto y beneficia a los que más tienen, pero está probado".

El profesor universitario aclara que no se refiere a una tutoría correctiva o inclusive a lo que en inglés se conoce como "tiger parenting", esos padres que presionan y ayudan para que su prole progrese.

No.

Se refiere a la "tutoría aristocrática".

"Un tutor pagado, experto en su campo, que no sólo instruye, sino que también conversa y discute, promoviendo y ampliando un conocimiento intelectual variado".

Concluye tristemente: algo reservado para los muy ricos.

Interesante y muuuy aplicable a los negocios, la política y la vida.

Primero que nada, si eres un jefe y tienes poder de decisión, puedes contratar tutores, es decir expert@s.

Identifica las áreas (sobre todo las técnicas) donde los requieras y luego búscalos, contrátalos y, por Dios, después escúchalos.

Ya sabes, para mí es mantra: los jefes sabelotodo terminan por ser malos jefes Y, OJO, esto se da aun si el jefazo tiene buenas ideas. En la era de la disrupción, tarde o temprano el genio solitario falla.

Olvídate si es un Tlatoani ignorante y dogmático que prefiere a lambiscones mustios y leales. El México de la 4T es un ejemplo perfecto de lo que pasa cuando prefieres porras que al consejo experto.

Ahora bien, seas o no jefe, en los negocios un tutor nunca hace daño. Debes, pues, buscar y tener mentores... y patrocinadores.

"¿Quién hablará por mí? Ahí supe que alguien en alguna reunión a puertas cerradas tendría que presentarme favorablemente".

Parte de una gran charla de TED de Carla Harris.

La directiva de Morgan Stanley reseña una junta donde se dio cuenta cómo se tomaban las decisiones para otorgar los bonos de fin de año.

Y lo que encontró la sorprendió.

No sólo contaba el proceso analítico, sino que entraba también en juego algo mucho más informal. Había 3 clasificaciones: estrellas (grandes bonos), promedio y deficientes (puesto en riesgo).

Antes de terminar de presentar a un candidat@, alguien interrumpía para decir: "parece que Juan es una estrella... o promedio... o es un desastre".

Y ya, así se quedaba.

A Harris le cayó el veinte un par de años después: "esa persona que hablará por ti, que te defenderá, es tu patrocinador".

¿Cómo conseguirlos?

Primero, considera que existen dos tipos de monedas de cambio válidas en una organización: desempeño y relaciones.

"La moneda del desempeño la acumulas dando los resultados esperados... y un poco más", explica.

Es la moneda más común y es valiosa por 3 razones: te hace destacar, lleva a promociones temprano y, claro, atrae patrocinadores.

De la otra moneda de cambio se habla poco, pero es igual de importante. Advierte la banquera: no puedes pedirle a alguien que te apoye con su influencia si no te conoce.

Por eso recomienda invertir tiempo en conectar, conocer y trabajar con la mayor cantidad de personas en la organización. No se puede crear una mayor red siendo un total desconocid@.

Según Harris, un buen patrocinador cumple 3 requisitos: tiene un lugar en la mesa donde se toman decisiones, conoce tu trabajo y posee poder.

¿Cómo conseguirlo?

Preguntando. Claro, tras haber cumplido la tarea.

¿Y si dice que no?

Puede ser por 3 razones: no conoce tu trabajo suficientemente, no cree tener el poder para influir o simplemente no quiere hacerlo.

En cualquier caso, ante un "no", sigue buscando.

"Tener un patrocinador es vital. Puedes sobrevivir sin un mentor, pero no avanzarás sin un patrocinador", advierte Harris.

Superinteresante... tutores, mentores y patrocinadores.

El secreto de la genialidad... y del éxito.

En pocas palabras...

"Tener mentores es una gran ventaja".

B.J. Armstrong, jugador de basket.