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El efecto Pigmalión en el trabajo

Por: MPO. Jennifer Amozorrutia
Experta en Cultura y Ambiente Laboral
jamozorrutia1@gmail.com

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¿Te has dado cuenta de cómo te tratan en el trabajo influye en lo que esperan de ti? ¿Te has sentido influenciado por las expectativas de los demás, especialmente de tus jefes? Es posible que hayas experimentado el efecto Pigmalión.

Este término proviene de la historia de Pigmalión en la mitología griega. Los psicólogos Robert Rosenthal y Lenore Jacobson adaptaron este concepto y lo aplicaron al ámbito educativo y laboral en la década de 1960.

Demostraron que las expectativas de los maestros sobre los estudiantes influían en ellos. Cuando esperaban un alto rendimiento, los estudiantes progresaban más, independientemente de su habilidad inicial.

El efecto Pigmalión en el ámbito laboral

Este efecto se manifiesta en la forma en que los jefes interactúan con sus colaboradores, y las expectativas que tienen sobre ellos impactan significativamente en su desempeño y avance profesional.

Si has tenido la fortuna de recibir un trato positivo, ¡enhorabuena! Es posible que hayas sido inspirado por un mentor, jefe o colega que haya contribuido a tu crecimiento. Sin embargo, la experiencia puede ser totalmente diferente si el trato fue negativo. Por ejemplo, si un jefe estableció expectativas irrealizables o desmotivadoras, esto puede haber afectado tu desempeño.

Es decir, los colaboradores tienden a actuar de acuerdo con lo que creen que sus jefes esperan de ellos, ya sean expectativas realistas o desfavorables. Muchas veces sucede porque lo que los jefes creen de sí mismos influye sutilmente en lo que creen de sus subordinados, en lo que esperan de ellos y en cómo los tratan.

Como colaborador, ¿cómo manejar el efecto Pigmalión?

Es clave que aprendas a manejar el efecto Pigmalión en el trabajo. Esto te da el poder de controlar tu propio crecimiento profesional, sin dejar que las expectativas de otros te limiten.

Es importante abrir los canales de comunicación y favorecer una relación jefe-colaborador abierta, de tal forma que sea posible dialogar sobre las expectativas que pueda tener tu jefe de ti y lo que espera de tu rol.

Confía en tus habilidades y establece metas realistas, sin dejar que las expectativas externas te limiten. Enfócate en tu autodesarrollo y en reforzar tus propias habilidades y competencias. Asimismo, practica el autoconocimiento y la autogestión para detectar expectativas que sean irreales y mantener la motivación y el enfoque en tus objetivos. Por último, no te olvides de reconocer tus logros en torno al cumplimiento de tus propias metas y objetivos.

Como jefe, ¿cómo puedo manejarlo?

Es vital manejar el efecto Pigmalión para promover equidad y desarrollo de talento, lo que impulsa la productividad y retención de talento en el equipo. Al evitar expectativas sesgadas, se crea un entorno donde todos pueden alcanzar su potencial, contribuyendo al éxito organizacional.

Es fundamental que como jefe te enfoques en el respeto, la equidad y la justicia, asegurándote de tratar a todos los miembros del equipo de manera objetiva, sin importar las expectativas preconcebidas. Además, debes promover el desarrollo de los colaboradores, permitiendo que cada persona maximice su potencial sin que este camino se vea afectado por prejuicios o sesgos para reforzar la autoconfianza en los colaboradores, así como su sentido de autoeficacia.

Además, asegúrate de mantener un diálogo frecuente con tu equipo de trabajo para aclarar expectativas y ofrecer retroalimentación frecuente y constructiva. Refuerza la confianza con tu equipo y mantén los canales de comunicación abiertos para evitar malentendidos.