STRATEGIAS
La aspiración de todo ser humano es la felicidad. Sonja Lyubomirsky, autora del libro La ciencia de la felicidad, asegura haber descubierto un método, basado en estudios científicos, para conseguir una vida plena y, sí, feliz.
En su investigación descubrió que las personas verdaderamente felices descifran los acontecimientos de la vida y las situaciones cotidianas de manera que parecen mantener su felicidad, mientras que aquellas personas infelices los interpretan de manera que refuerzan su infelicidad.
La investigación en psiología positiva define a una persona feliz como alguien que experimenta gran interés, alegría, orgullo, satisfacción con la vida, momentos de placer y, en menor proporción, tristeza, ansiedad o preocupación. La autora cita: “La felicidad es un estado mental, no un destino”.
¿Recuerdan a Chris Gardner en la película En busca de la felicidad (2006), aquel personaje caracterizado por Will Smith que nos estrujó el corazón y en más de una ocasión nos arrancó una lagrimita Remy del ojo? Pues bien, este hombre trabajador, de la clase media norteamericana, con deudas financieras, una familia que mantener y muchos sueños por cumplir, recorre el camino del héroe manteniéndose firme en su convicción mental y comportamiento para conseguir lo que para él representa la felicidad.
Valores como la superación, la paciencia, la autovaloración y el amor propio son presentados en las diferentes situaciones críticas que el protagonista debe superar. El encuentro de la felicidad se podría traducir en una serie de actitudes, aptitudes, acuerdos y compromisos que él hace consigo mismo. El dominio de la mente para lograr aquello que se desea, esa felicidad.
Felicidad y liderazgo
Hace apenas unas décadas se exponía la idea de la inteligencia emocional, las inteligencias múltiples, el bienestar laboral como las nuevas habilidades que un líder debería poseer, junto con la negociación y los modelos financieros. Estas habilidades hoy ya deben estar insertadas en el ADN de cualquier líder que gestiona equipos de trabajo.
La Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, cuenta con un popular curso para formar a los futuros líderes en la gestión de la felicidad y es uno de los más codiciados por los managers.
De acuerdo con una nota publicada en el Wall Street Journal, sólo 180 cupos están disponibles, por lo que acceder a este curso es realmente una hazaña. En resumen, enseña a cultivar la felicidad en los equipos, junto con la propia; y, además, infunde el prinicpio medular de que la felicidad es clave para ser un líder eficaz.
La felicidad en el trabajo está cobrando mayor importancia para los colaboradores y los líderes se están interesando en hacer algo por ello, ya que una factor clave en la rotación de personal es qué tan feliz se siente la persona haciendo lo que hace, en el lugar y con las personas con quienes trabaja.
Personas felices en su trabajo
Los líderes tienen en sus manos, y mentes, el cuidado de muchas personas que colaboran en sus equipo. Por ello, el primer paso para ser felices en el trabajo debería ser la formación de las habilidades blandas: autoconciencia, comunicación, relaciones interpersonales, influencia y persuasión, equilibrio de vida personal y laboral, valores materialistas, para gestionar con las personas.
De acuerdo con el Modelo de Great Place to Work®, el comportamiento de los líderes impacta en un 50% en la construcción de un Gran Lugar para Trabajar. Esto se logra desarrollando en ellos competencias alineadas a la cultura de confianza. El 30% restante lo aportan las prácticas que recursos humanos diseña para la convivencia en la organización y el 20% restante es corresponsabilidad de los colaboradores.
Un colaborador que se siente feliz en su lugar de trabajo es una persona que dará su máximo potencial en cada actividad que realice, manteniendo un óptimo balance de vida, una estabilidad emocional y un mayor compromiso con su trabajo.
Mantener a los colaboradores felices no solamente está vinculado con aspectos económicos o materiales, aunque es sumamente importante que las personas tengan sueldos que les permitan mantener una vida libre de preocupaciones financieras; el fundamento debe centrarse en abordar la felicidad desde una perspectiva de salud mental y emocional.
