El tiempo en sí, como algo ubicuo en nuestra sociedad, es bastante fácil de entender; las horas determinan los tiempos en que ocurren nuestros compromisos, y las englobamos en “momentos” que viven en una secuencia, donde el pasado va atrás y el futuro va adelante, como una flecha que apunta siempre en la misma dirección.
Y justamente cuando hablamos de dirección es que el entendimiento del tiempo es fácil de predecir, en el pasado están los recuerdos; el futuro es imposible de ver y suele estar lleno de posibilidades, y en el presente vivimos, es donde estamos pensando y, en el caso de ustedes, leyendo este artículo que pareciera describir obviedades. Sin embargo, cuando la física estudia al tiempo las cosas se ponen más complicadas.
En las teorías más populares, un tema interesante es que no existe una verdadera distinción entre el pasado y el futuro y justamente ahí es que se requiere algo de “apertura” al describir el tiempo no como “una flecha”, sino como un elemento parecido al “espacio” donde no hay un arriba, un abajo, un adelante y un atrás.
En la física no existe una manera de definir hacia dónde apunta nuestro universo ni cual es la dirección hacia la que señala el espacio. Asimismo, tampoco hay una forma de definir hacia dónde avanza el tiempo. Sin embargo, en nuestro planeta se da una apreciación de ambas cosas.
Entonces, nuestra percepción del tiempo y espacio se rige por la influencia de dos temas; el primero, la influencia de la Tierra; el segundo, el hecho de que vivimos después de un evento histórico llamado Big Bang, que aborda el término que nos atañe: la entropía.
La entropía se podría definir como la forma en que percibimos el orden, lo aleatorio y lo organizado que vemos cualquier tipo de sistema, entre más ordenado vemos algo se piensa que tiene una menor entropía y cuando se ve caótico e impredecible se le considera con una entropía alta.
En la naturaleza existe una tendencia a transitar de la baja a la alta entropía, a eso se le llama la Segunda Ley de las Termodinámicas.
Y la pregunta que muchos físicos se hacen es ¿por qué transitamos de baja entropía a alta? La respuesta es porque en algún momento estuvimos en una baja entropía. La explicación que dan muchos expertos es relativamente simple “si hoy existe alta entropía es porque el día anterior había una menor entropía y eso se repite una y otra vez viajando millones y millones de años, hasta llegar a un punto en el cual todo en el universo estaba organizado y compactado en un solo punto, justo antes del Big Bang. A esto se le llama la hipótesis del pasado.
Hay una forma de pensar en la entropía aplicada en nosotros y la vida misma, siendo las estrellas, los planetas, las plantas, los animales y los humanos una fase transitoria en la alta entropía donde el universo es impredecible, lleno de posibilidades sin un verdadero “arriba o abajo, o adelante y atrás” que, inevitablemente, culminará el día que se apague la última estrella y se vaporice el último agujero negro, pero justamente en ese caótico “en medio” es donde los físicos encuentran el campo de estudio más interesante.