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El cine en rojo

Por: Esteban Cortés Sánchez
Compositor de música para cine y director de orquesta
lecscorp.com

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Desde principios del presente siglo la hegemonía de los Estados Unidos ha sido retada continuamente en más de un sentido; lo anterior, por supuesto, también aplica para el tópico del que hablamos en esta sección. Hay potencias cinematográficas que “pelean” en sus propios territorios (como el cine hecho en la India), pero hay otros que se expanden sin darse a notar, agrandando su influencia suavemente, como la seda… (pun intended).

Un clavado rápido en Netflix nos podrá dar una idea general de la industria del cine en China. La calidad de sus producciones desde hace ya algún tiempo es algo que llama la atención. Alfredo León, en la página proexca.es, apunta en su artículo “China planea invertir más en su industria cinematográfica” que el gobierno chino “apuesta cada vez más por su industria cinematográfica” y lo hace al “aprovechar las plataformas de streaming y de video bajo demanda como pilares para el desarrollo de la industria”. También en 2021 China destronó a Estados Unidos como líder de taquilla a nivel mundial y aunque esto se le puede atribuir a la densidad de población, la realidad es que en el mundo de los negocios “el dinero es el dinero”. Fue La Batalla en el Lago Changjin la cinta que obtuvo la mayor recaudación: más de 900 millones de dólares, y, antes de que alguien diga algo “por tan bajo número”, recordemos que estábamos aún en medio de una pandemia.

La segunda década del presente milenio vio un auge en las inversiones del país asiático en Hollywood y este, a su vez, vio en China millones de boletos que vender para ver sus películas. Con dinero puesto en compañías tan grandes como Legendary (casa productora de la última trilogía del Caballero de la Noche) o inclusive Dreamworks, se puede entender por qué el país asiático aparecía cada vez más en producciones hollywoodenses. Hay que hacer el apunte que esto ha levantado más de una ceja. Hay quien argumenta autocensura u omisión con tal de obtener un pedazo del pastel que representa ese mercado del lejano oriente y es que, según un artículo de Cuarto Poder, en 2010 China contaba con poco más de seis mil salas de cine; en este 2023 cuenta con más de 40 mil.

Las inversiones en EUA han disminuido considerablemente debido a las disputas comerciales entre estos dos gigantes, y ya que estamos en terrenos de conflicto:

Rusia…

Desde el año 2000 el cine vivía de la mano de la economía una evidente revitalización, aunque si bien los problemas de distribución y la falta de buenos guiones era algo obvio que faltaba sortear. En este 2023 se estrenó El Desafío, película filmada en la estación espacial internacional (sí en el espacio) en 2021. Una vez más Rusia se adelanta a los Estados Unidos y hace historia en el espacio, ahora en el cine.

El cine en este país de zares pasa por uno de sus momentos más difíciles. Debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos a Rusia y el conflicto de este último con Ucrania; los cines no están estrenando los blockbusters de las grandes empresas hollywoodenses, lo que se traduce en pérdidas millonarias para las salas del séptimo arte. El gobierno ruso entró al rescate con apoyos financieros y en materia de impuestos a sus creadores nacionales, es decir, apostó también por sus artistas. A esto se le llama área de oportunidad.

Si hemos puesto atención nos daremos cuenta de que las dos potencias de las que hemos hablando y con las que nuestro vecino del norte ha tenido disputas tanto comerciales como de índole –casi– armada, han optado por apuntalar su mercado interno y también por voltear a otras fronteras, otros cines. ¿Acaso necesitamos un conflicto de esa magnitud para voltear a ver a nuestros creadores, para ver la oportunidad en nuestros propios mercados?

En entrevista para El Mundo, Olga Zinyakova, presidente de la cadena de cines rusa Karo, comenta “los rusos van a explorarse a sí mismos (a través de su cine) y cuando Hollywood regrese, el mercado ruso, los espectadores no serán los mismos”.

Tal vez el dicho es cierto: tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos…