
Certeza. Esto es lo que todos quisiéramos tener en la vida de alguna u otra manera. Desde el pasado enero de 2025, cuando entró la nueva administración a la Casa Blanca, todo el mundo perdió algo de certeza en la vida; desde el conocimiento de la geopolítica que había imperado desde la Segunda Guerra Mundial hasta esa certeza caótica que tenían los mercados en las operaciones bursátiles. Hablemos sin tapujos: Donald J. Trump vino a revolucionar la manera en la cual trabaja el mundo, y lo hace con el poder de su firma y la poderosa palabra ARANCELES.
En un programa de opinión, el periodista Raymundo Rivapalacio dijo, palabras más palabras menos: en realidad, el enemigo a vencer para el presidente de los Estados Unidos de América es China, el país que está quitándole la hegemonía a nuestro vecino del norte, y todo pareciera indicar que las constantes amenazas del comandante en jefe de la Casa Blanca son al más puro estilo imperialista para hacerse de “aliados" y, por supuesto, un “si no estás conmigo, estás en mi contra”.
¿Hasta qué punto realmente Estados Unidos puede darse el lujo de amedrentar al gigante asiático? Veamos algunas cifras concernientes a nuestro tema:
En su canal de YouTube, Dan Murrel nos da datos interesantes. Entre 2015 y 2021 China representó aproximadamente entre el 12 y el 18% de las ganancias para películas más taquilleras de esos años, sobre todo en lo que a cine de franquicias se refiere (Fast & Furious, Marvel Cinematic Universe, Jurassic World). Esto quiere decir que antes de la pandemia y a mediados de esta el mercado del país de la seda era uno importante para el cine norteamericano. Como todos sabemos durante la pandemia los cines del mundo se detuvieron, aunque hay que notar que fue China el país que primero reabrió sus salas. Este detalle es de suma importancia, ya que le permitió reactivar su mercado del séptimo arte proyectando las obras de sus artistas locales. Ya antes he hablado aquí de cómo varios países han volteado a mirar su mercado interno como prioridad en los últimos años. A 2024 las ganancias generadas en China por el cine hecho en Hollywood de manera global han caído a sólo el 5.1%. Como se puede ver previo a las amenazas del gigante asiático con restringir la entrada de más cine estadounidense a su territorio y, como bien lo menciona Dan Murrell, la dependencia de las casas productoras estadounidenses a este público ha ido disminuyendo antes de que comenzara esta guerra comercial; la reducción de importación de dicho cine es por la preferencia a su mercado interno. Curiosamente existe correlación entre la reducción de entradas en este territorio y la dificultad, cada vez más latente, de las cintas de superar los récords de taquilla, lo cual antes no representaba un gran reto.
Los primeros días de mayo de este año Trump puso el ojo a su propia industria. En un movimiento que sorprendió a propios y extraños propuso un arancel del 100% a todo cine hecho fuera de los Estados Unidos y que pretendiera exhibirse dentro de estos, lo que pone nerviosos a los productores de dicho país. Es un hecho que mucho del cine y la televisión estadounidenses se producen fuera y que naciones como Canadá y Reino Unido dan incentivos fiscales a las producciones que se realizan en sus territorios, los cuales superan a los ofrecidos por la unión americana y generan una fuga de empleos en pos de una baja en el presupuesto; sin embargo, no hay una respuesta clara al cómo podrían funcionar estos aranceles debido a que mucho del trabajo de posproducción se hace en otros países, incluso, si la historia se desarrolla en otro lugar lo lógico es ir a rodarla allá. El cine y la televisión no son un bien, son un servicio. ¿Cómo funcionaría para los servicios de streaming?, ¿se pagaría un impuesto sólo por la parte llevada a cabo fuera del territorio estadounidense? Como dijo Leo Zuckermann en ese programa que mencioné al principio: con Trump es como con alcohólicos anónimos, un día a la vez.
Para alguien que creció leyendo cómics, esto se siente como esa vez que el magnate, enemigo de Superman, Alexander Luthor ganó la presidencia de los Estados Unidos de América… sólo que ahora fue por segunda ocasión y apenas vamos en los primeros meses de su mandato.