Alguna vez en un curso de negocios que tomé el orador nos dijo "tú eres lo que los demás dicen que eres, por eso los bancos piden referencias de ti".
Rotten Tomatoes, página creada por Senh Doug como una manera de conjuntar las reseñas acerca de las películas de Jackie Chan, se ha posicionado como uno de los sitios de crítica más importante en el mundo (si no el que más) durante las dos últimas décadas. Fue en septiembre de 2023 que el escándalo se destapó: el sitio de Internet Vulture publicó un artículo titulado “The Descomposition of Rotten Tomatoes”, el cual describía cómo dicha página “manipulaba” las calificaciones de las obras (no sólo películas, sino también series y miniseries) para darles el tan apreciado “sello de frescura” o incluso el “Certificado de Frescura” que tanto se presumía con anterioridad. A grandes rasgos, Vulture exponía que una compañía publicitaria llamada Bunker 15, contratada por los productores de la cinta Ophelia, había pagado a críticos de no tan alto perfil para dar buenas notas a dicho largo metraje en Rotten Tomatoes, ahora propiedad de la empresa Fandango; ¿el motivo?, con una buena calificación en el sitio la película logró asegurar su distribución en los cines de EUA.
Muchas personas tomaron esto como una confirmación de sus sospechas de que esta empresa “vende” sus buenas calificaciones al mejor postor, algo que varías páginas claman a los cuatro vientos sobre todo por las “buenas” reseñas de las que en especial hacen gala las cintas de la casa del ratón, pero ¿qué tan atinadas son estas afirmaciones? Más allá de que se haya hecho algún movimiento “truculento” con las reseñas de la mencionada película para asegurar su distribución, dar por sentado que todo se trata de una conspiración es exagerado. Para entender lo anterior hay que echar un vistazo a cómo funciona la página de críticos que nos ocupa para, al final, comprender lo que es la gran verdad detrás de este mundialmente controvertido galimatías.
Chucho Calderón de @LaZonaCero dice “para ser un crítico promedio en Rotten Tomatoes se tiene que acreditar en medios escritos: el haber trabajado regularmente –reseñando– por al menos dos años; demostrar coberturas en cine y TV en medios no propios; para medios audiovisuales, contar con apariciones regulares en medios locales nacionales o internacionales o estaciones de radio; para Internet, tener un mínimo de 30 mil suscriptores en una plataforma de video; luego están los “Top critics”, las personas que tienen más de cinco años dedicándose a las reseñas, tienen más de medio millón de seguidores en la red y sus publicaciones aparecen en algún medio de renombre. Y una vez aprobado por la página, ¿cómo funciona? Bueno, es aquí en realidad donde ocurre la magia.
Para Rotten Tomatoes no hay puntos medios, o es bueno o es malo. Si una película o serie obtiene más de 60% de calificaciones positivas es considerada “fresca”. Si se obtiene menos del 59% de aprobación es algo “podrido”. Más del 75% de reseñas positivas de las cuales cinco sean de “Top critics” son motivo de “certificado de frescura”. PERO los porcentajes no tienen nada que ver con LA CANTIDAD de críticos que vieron la obra, es decir, si 10 críticos vieron una película y 8 de ellos ponen una calificación de 6/10 (apenas pasable) esta, en el tomatómetro, aparecerá como “Certificada Fresca”, aunque sólo ocho personas hayan encontrado dicho trabajo apenas entretenido… y hay que recordar que esto es para los críticos; la audiencia tiene su propia medición, la cual, muchas de las veces, nos dice algo más cercano a la realidad. No podemos dejar de mencionar las funciones organizadas por las productoras para los críticos “amigables” con los géneros que manejan, aquellos que pondrán notas relativamente altas y que, por lo tanto, SIEMPRE pasarán como frescas.
¿Estamos ante una terrible conspiración que nos vende humo y espejos para ver trabajos cada vez más mediocres? La realidad es que no. Si bien el caso de Bunker 15 es una pena no es la regla en la industria de la crítica especializada. Las páginas de crítica son una herramienta, lo más importante es la opinión personal. ¡Ah! y ¿la verdad de la que hablé antes?, es simple: todo sería mucho más sencillo si leyéramos las instrucciones de cómo funcionan las cosas antes de gritar ¡allí viene el lobo!