En México, el futbol es el juego, que por encima de todos, acapara la mayor cantidad de reflectores. Al igual que en otras latitudes del mundo, este no solo atrae a cientos de aficionados al deporte, sino también a empresarios e inversionistas que encuentran en él, un nicho de negocios muy importante.
Hoy por hoy, existe una relación cercana entre marcas y empresas con el entorno del balompié mundial, lo que provoca un millonario flujo de capital que se refleja en titánicas contrataciones, y por supuesto, en los impresionantes torneos que existen alrededor del mundo.
La selección mexicana, es uno de los equipos nacionales que comercializa su marca de mejor manera. A diferencia de la mayoría de los conjuntos representativos, México cuenta con la ventaja de tener presencia importante en Estados Unidos; característica que permite que se realicen grandes pactos comerciales allende nuestras fronteras.
De acuerdo con un artículo publicado por la revista Forbes, tan solo en 2016, el equipo tricolor logró acumular ganancias que superaron los 250 millones de dólares. Una buena parte de este capital estuvo cerca de perderse luego de la complicada clasificación al Mundial de Brasil 2014. Con Rusia 2018 como principal reto, la Federación Mexicana busca cerrar un negocio de poco más de 300 millones de dólares. Nada mal para que hayan transcurrido solamente dos años y una nueva administración.
El Mundial de Rusia contará con la participación de 32 selecciones. De acuerdo con el sitio especializado Transfermarkt, estos equipos acumulan un valor de mercado total de 7.11 billones de euros. Estas cifras, se basan en el costo de cada uno de los jugadores que conforman los conjuntos. Sobra decir, que en la cima se encuentran los futbolistas más afamados: Neymar de Brasil (162.00 MDE), Lionel Messi (162.00 MDE), y Kylian Mbappé de Francia (108.00 MDE).
De todos los equipos nacionales que participarán en la justa mundialista, el Tri ocupa la posición número 20, con un valor de 65 millones de euros, mientras que en la cumbre están Francia, Brasil y España.
Durante cada ciclo mundialista, las diferentes federaciones preparan y diseñan sus mejores campañas con miras a clasificar en la máxima justa del futbol. Es por esto, que la circulación de jugadores es común, así como el hecho −a pesar de que muchas veces se niegue− de que algunos jugadores sean convocados por sus selecciones solamente para atraer público a los estadios.
Es por esa razón, que en multiples ocasiones, las grandes figuras están presentes en juegos de preparación en los que el equipo suele no arriesgar mucho. Finalmente, estos jugadores juegan un rol de vital importancia, ya que el principal ingreso que perciben las federaciones, proviene de la atracción que generan estos futbolistas.
En la actualidad, el jugador mexicano con el valor de mercado más alto es Hirving Lozano, exjugador de Pachuca que ahora milita en el PSV Einhoven del futbol holandés, está tasado en casi 20 millones de euros sin considerar cláusulas de recisión ni derechos de imagen; le siguen, Javier Hernández, cuya valía supera los 16 millones; y Héctor Herrera, quien ha alcanzado un valor de 13.5 millones de euros, con tendencia al aumento.
Con estas figuras liderando a la legión mexicana en el mercado europeo, existen cada vez más oportunidades que garanticen el atractivo del cuadro azteca, que hasta el momento, pese a no contar con un gran palmarés internacional fuera de CONCACAF, siempre muestra ser una selección poderosa en el rubro económico.
Para pensar
Si bien, el Tri es un negocio más que rentable, sus éxitos en el campo no son tan buenos como en los bancos. ¿No hará falta enfocar las inversiones de otra manera? El producto es excelente, pero tal vez si se arriesgaran algunas ganancias, podría haber un crecimiento integral en el marco del nuevo reto mundialista a enfrentar.