Durante la pandemia, el trabajo remoto fue el privilegio para muchas personas que podían llevarlo desde casa, pero a su vez potenció un efecto curioso, el éxodo de miles de jóvenes hacia el campo, los ahora conocidos como nómadas digitales sólo utilizan conexión a Internet para trabajar desde cualquier lugar. Ciudades cosmopolitas como Tokio, New York y Berlín registraron grandes cantidades de personas que las abandonaron y decidieron mudarse al campo. Países como Portugal ofrecen una visa exclusivamente para nómadas digitales. La globalización de la mano con la tecnología está potenciando en las nuevas generaciones la exigencia de mayor movilidad para dedicar más tiempo a la exploración de otras formas de vida en contraste a las 8 horas sentado en la misma oficina todos los días.
Tokio, Japón, es la ciudad con más habitantes del mundo, tan sólo existen más de 39 millones de personas caminando todos los días por sus calles, y pese a esto existe un efecto paradójico: la soledad, es un problema social importante que ha ido en aumento en las últimas décadas. Aunque el país es conocido por su cultura colectivista, el aumento de la urbanización, el envejecimiento de la población y la disminución de la tasa de natalidad han generado una sociedad cada vez más individualista y solitaria. De hecho, según un estudio de 2020 de la Agencia Nacional de Policía de Japón, el número de personas que mueren solas en este país ha aumentado en los últimos años, alcanzando un récord de 18 mil en 2019. Esto se conoce como "muerte solitaria" o "muerte por soledad" y se ha convertido en un problema social preocupante en Japón.
Es importante usar como ejemplo una de las ciudades más habitadas del mundo para entender el efecto que la pandemia ha dejado, el cual es el éxodo que en muchas ciudades del mundo se ha presentado hacia el campo. Los nómadas digitales definitivamente han tomado la decisión de no continuar con los viejos métodos de relaciones laborales, ahora buscan más libertad, conexión con la naturaleza y sentir que sus vidas tienen un significado más allá de pertenecer a una compañía que al final del día sólo les representa ser un número más en una larga lista en una nómina; imagina a una persona que trabaja en una empresa en la ciudad, donde tiene que lidiar con largas jornadas, un ambiente estresante y una gran cantidad de responsabilidades. Debido a la pandemia, esta persona ha estado trabajando desde casa, pero aun así siente que su trabajo le consume la mayor parte de su tiempo y energía. Después de mucho reflexionar, decide mudarse al campo para tener una vida más tranquila y en contacto con la naturaleza. Allí, encuentra un empleo que le permite trabajar de manera remota y tener más tiempo libre para disfrutar de las actividades al aire libre, como pasear por el bosque, practicar senderismo o simplemente relajarse en un jardín. Con el tiempo, esta persona se da cuenta de que su calidad de vida ha mejorado significativamente y que su nivel de estrés ha disminuido.
En el 2019 justo antes de la pandemia, la secretaria del trabajo Luisa María Alcalde mostró su interés por lanzar una propuesta que incentive la mudanza al campo de profesionistas para apoyar y mejorar proyectos en materia agrícola. En un intento de impulsar el emprendimiento en el campo se planteó dar antigüedad laboral y acceso a seguridad social a los trabajadores del campo, a su vez se busca asegurar que los jóvenes ya no se quieran ir de sus hogares y logren quedarse a trabajar dándoles más oportunidades en el campo.
En conclusión, la pandemia ha generado un éxodo de personas de las ciudades hacia el campo, impulsadas por la posibilidad del trabajo remoto y la búsqueda de un estilo de vida más saludable y menos estresante. En México, la propuesta de la Secretaría del Trabajo busca incitar el emprendimiento en el campo y mejorar las condiciones laborales y de seguridad social de los trabajadores agrícolas, al mismo tiempo que ofrece una oportunidad para que los jóvenes encuentren una vida más saludable y tranquila fuera de las ciudades. El traslado al campo puede ser una oportunidad para repensar nuestras formas de vida y encontrar un equilibrio más saludable entre la tecnología y la naturaleza.