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CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Monopolios literarios. El desastre que amazon y kindle han provocado

Por: LCC. Gabriel Moreno Rodríguez
Productor; académico en el ITESM; director de noticias; analista en temas de tecnología y CEO
@gabofanfare

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Vivimos en una época donde se lee más, ya sean noticias en redes sociales, publicaciones en foros o hilos de tuits, así como boletines informativos o cadenas de mensajes (a veces de dudosa veracidad) reenviados vía WhatsApp.

Mientras Internet capta la atención de la mayoría de los mexicanos dejando atrás el leer revistas y periódicos (33.9% apenas los consumen, de acuerdo con el Inegi), otros medios tradicionales luchan por mantenerse vigentes, como los libros.

Y es que, mientras las ventas de libros físicos disminuyeron 56.3% en 2020, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem). Los e-books van marcando un paso cada vez más competitivo en el mundo.

Hace diez años expertos vaticinaban que los e-books serían el futuro de la lectura y que los millennials volcarían su dinero en la compra de este novedoso formato, situación que, aunque no ocurrió, sí detonó un mercado que sirvió de plataforma para que las editoriales independientes y los autores poco conocidos pudieran encontrar sus nichos de crecimiento.

Según datos de Advertising & Media Outlook, de Statista, la penetración de los e-books todavía está por detrás de la de los libros impresos por un amplio margen en todo el mundo, en general, componen un tímido 9% de las ventas totales en el comercio literario global.

¿Y qué necesitan para crecer más?

En el caso de los e-books el monopolio que ha ejercido Amazon sobre la competencia es evidente. Hace diez años veíamos el arribo de empresas con sus e-readers (dispositivos diseñados para leer libros electrónicos en pantallas de bajo consumo de energía) como Scribd y Kobos, pero, en su mayoría, fueron desplazados por los Kindle, de Amazon, que serían ofertados en su tienda digital y las librerías con mayor afluencia de clientes.

Con las ventas y dominio por simple volumen de Amazon, es de pensarse que los beneficios serían iguales a los que otros monopolios de entretenimiento ofrecen a sus clientes, como suele ocurrir con empresas como Spotify, Apple o Sony. Sin embargo, el caso de Amazon confunde hasta a los más expertos.

Alex Cranz, analista de temas literarios para The Verge, lo explicaba en términos muy simples: “el éxito de Amazon reside únicamente en su tamaño, no en su calidad”, refiriéndose específicamente al desastroso motor de búsqueda y herramientas para encontrar libros, cómics y novelas gráficas en la tienda digital.

El ejemplo es tan simple como intentar buscar un libro y encontrarse con resultados de todo tipo, ocultando en, al menos, tres o cuatro clics de distancia la opción para comprar un libro en formato digital. Para los lectores no familiarizados en la experiencia de usuario esto podría sonar como algo sencillo, pero cada clic de distancia puede representar a cientos o miles de compradores potenciales desanimados renunciando a la búsqueda de la obra en este formato.

A una problemática de navegación tan compleja se suma la casi nula promoción de la compra de libros digitales en nuestro país, donde para un mexicano, que en promedio lee cuatro libros al año, le representa mayor comodidad adquirir los ejemplares en formato físico que gastar lo de 10 o más libros en un producto que, estadísticamente, no usará con la frecuencia necesaria.

Y es que, en tanto siga siendo así de complejo comprar y leer e-books las cifras de crecimiento económico seguirán estáticas o irán a paso lento, un lujo que las editoriales y los autores no pueden darse en un mercado tan joven como es el de los libros digitales.