La era moderna de los antibióticos comenzó a principios del siglo XX con la serendipia del médico escocés Alexander Fleming, quien en 1928, descubre la penicilina; y gracias al trabajo posterior de otros investigadores, en 1945, esta se empezó a comercializar cambiando la evolución de muchas enfermedades infecciosas, que en ocasiones llevaban a los pacientes hasta la muerte. Tal era el caso de la sífilis, la cual antes del uso de la penicilina era tratada con mercurio, mismo que tenía efectos secundarios severos. No obstante, aun cuando el descubrimiento y la producción de estos fármacos parecen recientes, la actual evidencia arqueológica permite demostrar que no son tan modernos como se pensaba, sino que ya eran utilizados por las antiguas civilizaciones, como China y Egipto.
Gracias a los antibióticos, la evolución de las infecciones bacterianas tuvo otro rumbo; desafortunadamente, en la última década, debido a su uso irracional, se ocasionó que las bacterias desarrollaran mecanismos para resistir sus efectos. Preocupados por ello, organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través del Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (GLASS, por sus siglas en inglés), monitorea y analiza la evidencia mundial sobre este problema.
A inicios de este año, en un nuevo reporte de GLASS, se informa que el problema de la resistencia a los antibióticos es generalizado tanto en países de ingresos bajos como altos; que las bacterias como Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus aureus y Streptococcus pneumoniae, seguidos de Salmonella spp., son los principales agentes causantes de diarreas y neumonías; y que hay evidencia de pérdida de efectividad hasta de más del 50 % de la penicilina y el ciprofloxacino, fármacos ampliamente utilizados para estos dos padecimientos.
El problema de la resistencia a los antibióticos es de carácter público, ya que a la fecha, no se han desarrollado nuevas y más potentes sustancias curativas, lo que pone en riesgo la salud mundial. Preservar la sanidad, depende en gran medida del uso adecuado de estos medicamentos por parte del personal de salud, pero también, del resto de la población. Así pues, comparto la campaña de la OMS: 7 Mitos sobre el Uso de los Antibióticos, para contribuir a un uso adecuado de los mismos.
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