El basquetbol mundial vive tiempos de cambio. En la actualidad muchos de los referentes del deporte están en el ocaso de sus carreras, y aunque algunos lo están haciendo de forma brillante y han logrado alargar el momento con mucha categoría, es muy claro que está llegando el tiempo de las nuevas estrellas.
La NBA es sinónimo de excelencia. Es básicamente el olimpo del baloncesto a nivel mundial, y es por eso que muchos jugadores alrededor del mundo ponen la mira en la liga estadounidense. Aunque durante muchos años ha habido presencia de jugadores europeos, hoy en día, algunos de ellos se están robando el espectáculo y se apoderan de los reflectores.
Para muchos, el esloveno Luka Dončić es el presente y el futuro de la NBA. A sus 25 años ha construido una carrera impresionante, en la que se ha dedicado a romper un sinfín de marcas y ha comenzado a abrir la puerta a nuevos talentos extranjeros.
El camino de Dončić arrancó en grande desde su infancia, donde destacaba entre sus compañeros, a tal punto que captó la atención de los visores del Real Madrid, quienes impactados por sus características optaron por ofrecerle un contrato de 5 años, y aun siendo menor de edad emigró a España para unirse a las divisiones inferiores del club blanco.
En Madrid provocó una auténtica revolución. En cada una de las categorías que jugó destacó. Irónicamente, en el día del niño del año 2015, el entrenador Chaus Mateo llamó a un joven Dončić de tan sólo 16 años para ingresar a la duela, y como si se tratara de un veterano, unos segundos después anotó un triple como si fuera un juego en el patio de su casa.
Ese instante, como muchos destellos de su capacidad técnica, está inmortalizado en cientos de miles de videos que rondan en Internet. Y es que, desde ese momento, el niño esloveno se convirtió en un jugador diferente, que acapararía reflectores al por mayor.
En los 3 años que duró su aventura con el primer equipo del Real Madrid conquistó títulos nacionales e internacionales. Acompañado por un equipo plagado de figuras históricas, se convirtió en uno de los íconos del basquetbol en el equipo blanco. Y lo coronó entre 2017 y 2018, ya que fue la revelación de la Euroliga, y en Most Valuable Player del Final Four.
Ese fue un preámbulo importante para que, en el 2018, los Hawks de Atlanta hicieran uso del tercer pick del draft de la NBA para unir al esloveno a sus filas. Pero, como si de un guion de película se tratase, los de Atlanta optaron por intercambiar su carta para con los Mavericks de Dallas, para llevarse al norteamericano Trae Young.
Pero al parecer eso no provocó el mínimo freno en Luka, que después se transformó en el jugador franquicia del equipo texano. En ese primer año, fue elegido como novato del año; un récord que no es común entre extranjeros que, por lo general, tienen un periodo de adaptación.
A sus 25 años Dončić es uno de los atletas más importantes en el mundo. La revista Forbes lo coloca en el puesto 44 de los deportistas mejor pagados a nivel mundial. Firmó un contrato de más de 200 millones de dólares con los Mavericks de Dallas, y es uno de los herederos del trono de la NBA.
Todo eso es fácil de enlistar, pero es importante mencionar la constante reinvención que Luka Dončić brinda a su deporte. Trajo consigo una nueva ola de atención hacia un prototipo más completo de jugador de basquetbol. Uno que no sólo es espectacular, sino también efectivo. Que puede brillar en solitario, pero que hace brillar a sus compañeros. Y ese es sólo uno de los detalles que nos hace dignos de ser testigos de la meteórica carrera de Luka Dončić.