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Los siete tipos de descanso que necesitas en tu vida

Por: Mau Contreras
Director General de Liderazgo REx
@LiderazgoREX

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En México y Estados Unidos las personas suelen sentirse orgullosas de lo ocupadas que están, piensan que son altamente productivas por permanecer trabajando hasta altas horas de la noche. Como si el estrés, los desvelos y las prisas fueran sinónimo de éxito. Suelen ver con menosprecio dormir o descansar. Te invitan a formar parte de los clubes de las 5 a. m. como si eso te convirtiera en una persona de altos resultados. Te dicen que si quieres llegar a ser alguien en la vida tienes prohibido perder tu tiempo mirando televisión, tirado en la cama con tu pijama puesta o que al salir con tus amigos te estás distrayendo de tus metas y objetivos. Generando una cultura de hiperexplotación.

Cualquier extremo es muy peligroso. Es cierto que alguien que pasa su tiempo descansando o divirtiéndose es difícil que tenga logros profesionales, pero que todo en la vida se vuelva trabajo es igualmente dañino. El estrés y la presión diaria terminan destruyendo nuestra salud.

Te puedes dar cuenta cuando una persona no ha descansado. Está irritable y de mal humor. Se mueve lento y torpe. Cualquier idea la recibe con negatividad o apatía. Comete una gran cantidad de errores en sus actividades diarias.

Hay ocasiones en que estamos fastidiados. Ya no queremos seguir en ese trabajo. Deseamos escapar de nuestro matrimonio. Nos gustaría regalar a nuestros hijos. Creemos que nada de lo que hacemos tiene sentido. Pero, en realidad, todo eso puede ser causado por el cansancio que hemos venido acumulando.

Antes de tomar decisiones drásticas, es importante relajarnos, respirar tranquilamente por unos días, alejarnos del bullicio y encontrar momentos de descanso que son vitales para nuestra salud. Una mente descansada puede ver las cosas con mayor claridad.

Para que puedas darle esa pausa a tu vida, te voy a compartir 7 tipos de descanso que existen. Trata de identificar cuál es el que te urge empezar a practicar esta misma semana.

1. Descanso corporal: se refiere a actividades básicas como dormir tus 8 horas, sentarse a tomar un helado o acostarse en una hamaca. Eso renueva nuestra energía. Acelera el aprendizaje y fortalece nuestro sistema inmunológico. 2. Descanso emocional: hay situaciones que provocan enojo, miedo, tristeza, preocupación, estrés o frustración; emociones que generan fatiga y merman nuestro desempeño. Es importante tener hobbies que disfrutemos, que nos hagan reír. Momentos que permitan liberar endorfinas. 3. Descanso cerebral: estar concentrado, tomar decisiones, resolver problemas, son actividades agotadoras. Aunque no hayamos movido nuestro cuerpo, podemos llegar fulminados a casa. Hay que buscar acciones que no requieran pensar mucho. Puede ser avanzar con las labores del hogar o sentarnos a disfrutar una película o mirar un video de nuestro comediante favorito. 4. Descanso digital: mirar las pantallas del celular, la computadora, la televisión, recibir tantos anuncios, escuchar las noticias. Todos son estímulos sensoriales que gastan energía cerebral. Necesitamos apagar las pantallas. Desconectarnos de las redes sociales. Eso le da un descanso a nuestro cerebro y es saludable practicarlo sobre todo 1 o 2 horas antes de dormir. 5. Descanso creativo: hay momentos en los que ya no se nos ocurren ideas. Ahí necesitamos hacer una pausa y salir a caminar al parque o enfocarnos en cualquier otro asunto que no tenga nada que ver con lo que intentamos resolver. Eso le permite al cerebro bajar los niveles de tensión y, sin darnos cuenta, después de un tiempo, las ideas comenzarán a llegar de nuevo. 6. Descanso social: ya dijimos que el cansancio genera irritabilidad y roces con otras personas. Es muy importante darnos tiempo a solas, en los que no tengamos que sonreírle a nadie, ni platicar, escuchar o socializar. Alejarnos de los demás por algunas horas o días es muy saludable. 7. Descanso espiritual: se refiere a situaciones que escapan de nuestras posibilidades. Donde necesitamos soltar y confiar en que al final podremos salir fortalecidos. Practicar el altruismo es otra forma de experimentar un descanso espiritual, ayudando a personas vulnerables y necesitadas.

Sé que tienes metas y sueños por cumplir, pero vivir a máxima velocidad provocará caídas y daños a tu salud. Mejor abraza esos momentos de pausa. Descansa sin sentirte culpable. Tu cuerpo, tu mente y tus emociones te lo agradecerán.