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Periodismo en redes sociales ¿En verdad está acabando con los medios tradicionales?

Por: LCC. Gabriel Moreno Rodríguez
Productor; académico en el ITESM; director de noticias; analista en temas de tecnología y CEO
@gabofanfare

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Si lo pensamos detenidamente vivimos momentos emocionantes para los que amamos la información, ya que si deseas leer algo o seguir a un medio lo puedes conseguir en cualquier momento y a cualquier hora; sin embargo al mismo tiempo existen en este ámbito una serie de problemas de los que hablaremos en este artículo.

Uno de los principales “retos” que enfrenta el lector actual cuando abre un artículo o una nota es el sentimiento de alienación y de ignorancia. La mayoría de los medios informativos tratan a su público como si formaran parte de un club, uno donde se da por hecho que sus miembros conocen la intrincada maraña de argumentos, personajes y términos involucrados en cada noticia. Y este es un problema real.

Sin embargo, explicar este problema del periodismo como una “falta de interés” del público por acercarse a la información sería un grave error, en especial en los tiempos de cambio que vivimos actualmente con la llegada de las redes sociales.

Los smartphones y tablets han hecho que cualquier individuo que los porte y tenga a su alcance alguna red social (Twitter, Facebook, Periscope, etc.) se convierta automáticamente en un reportero gráfico. Eso ya lo sabemos y quedó constatado en la llamada “Primavera Árabe” orquestada y transmitida en sus primeros pasos vía Twitter. Pero también ocurre en territorio nacional.

No hace muchos años en las manifestaciones en la Ciudad de México, durante la toma de protesta de Enrique Peña Nieto a la presidencia, surgió el video de un adolescente que –momentos después de ser arrestado por la policía al ser atrapado realizando actos vandálicos en contra de la fachada de un banco– gritaba desesperado “¡Soy periodista…pertenezco a la prensa!”. Cuando un oficial lo interroga sobre a qué medio pertenece el joven, asustado, responde “Soy independiente…periodista independiente”. Su argumento no lo salvó de ser esposado y llevado a la parte trasera de una patrulla.

Aquel video me hizo pensar ¿Y quién no es un periodista independiente? En realidad cualquiera que lleve su celular en la mano, apunte su cámara hacia algún acontecimiento y lo suba a sus redes sociales, automáticamente está “reportando” ¿O no?  En los años que he trabajado como Director de noticias, más de una vez hemos utilizado este tipo de videos y fotografías para ilustrar nuestras notas y artículos, así que subvalorar el trabajo hecho por un civil solamente por su falta de formación periodística es un error fundamental.

Volviendo al tema de interés, es cierto que en la actualidad los medios informativos tradicionales sufren una crisis. Desde los grandes bastiones de la información, como el Wall Street Journal, hasta los medios de talla nacional como Milenio y El Universal. Y no solamente por su audiencia, tenemos al presidente de la superpotencia en América, Donald J. Trump, calificando de “fake news” y “fracasados” a CNN, New York Times y el anteriormente mencionado Wall Street Journal.

Y no solamente Donald Trump cuestionó de forma reciente la veracidad de los grandes portales de noticias, hace varias semanas la superestrella de Youtube PweDiePie (su nombre real: Felix Kjellberg) arremetió contra el New York Times luego de que el diario publicara un artículo donde cuestionaba algunos de sus videos, provocando que la celebridad perdiera importantes patrocinadores como Disney.

¿Y realmente existe esa crisis de la que hablan Trump y PewDiePie?

Hablando en términos demográficos encontramos algunas tendencias del periodismo actual, que señalan que los adolescentes (14 a 19 años) y jóvenes adultos (20 a 35 años) prefieren sitios de noticias rápidos y con corte humorístico. Según datos compartidos por la Asociación Mexicana de Internet (Amipci) los youtubers y los portales de noticias como Sopitas y El Deforma han acaparado la atención de este mercado.

PewDiePie lo dijo en su video donde atacaba al New York Times “Nosotros (youtubers) somos el futuro y ustedes nos tienen miedo”

¿Entonces las redes sociales sí están desplazando a los antiguos gigantes informativos? La respuesta rápida es: no.

Es cierto que la industria enfrenta retos, pero muchos de ellos (incluyendo el interés del público por las noticias) se enfrentan con nuevos modelos de presentar artículos y noticias. Cada día son más los portales que modernizan sus plataformas contratando a productores de video, fotógrafos y redactores que hacen contenidos visualmente más atractivos, como es el caso de Playground, Vox Media y el mismo Wall Street Journal.

La mayoría de los que trabajamos en medios de prensa actualmente, nos preocupamos de que las noticias se presenten en formatos atractivos y no de que los youtubers se “roben” a nuestra audiencia. Los objetivos de las nuevas casas de redacción y productores de video en medios tradicionales y su modelo de negocios, son muy distintos a los que un equipo reducido que gira en torno a un bloguero, tuitero o youtuber buscan.

Es por lo anterior que esa percepción de “crisis” en los medios tradicionales deja de tener sentido. Ya que los medios tradicionales y muchos de los que acaparan las redes sociales no buscan a los mismos segmentos de mercado. El mismo Wall Street Journal reportaba que la edad promedio de sus lectores es de 42 años.

La realidad de las cosas es que las redes sociales han hecho evolucionar a los medios tradicionales, que ya no se limitan a un papel impreso y una edición diaria. La inmediatez ahora es pieza clave para captar la atención del público, mismo que no ha cambiado con los años. Y esto es un punto crucial para entender la importancia de los medios noticiosos en la actualidad.

Las redes sociales no han acabado con los antiguos corporativos informativos, en todo caso, los han fortalecido. Porque al hacer de la noticia algo más accesible para todo público en una edad mucho más temprana, permiten que se prepare a un nuevo público que con el paso de los años y de forma natural buscará información mucho más completa y a profundidad de la que en un principio cautiva su atención.

Si los medios tradicionales evolucionan junto con su audiencia, adaptándose a sus necesidades y sus gustos, podríamos decir que el periodismo no solo evolucionará con las nuevas generaciones, sino que podría llegar a una nueva edad de oro.