STRATEGIAS
Y, finalmente, llega con todo su poderío Tesla a nuestro país anunciando, por lo pronto, una inversión de 5 mil millones de dólares. Sin duda, será un megadetonador con toda su cadena de valor y se multiplicarán inversiones a diestra y siniestra. ¿Estamos a punto de ser un nuevo México? ¿El nearshoring será el vehículo?
México, bello y complejo, es un país rico: con espectaculares litorales, suertuda y estratégicamente ubicado al lado del país más rico del mundo. Abundante en flora, fauna y gran clima; repleto de minerales y elementos como oro, petróleo y hasta litio; con gente creativa y de trabajo, con bono demográfico y un tremendo flujo de remesas; con riqueza cultural, atractivo turístico, y así, podría seguirle.
Aún hay más. Sigue siendo el principal socio comercial de EUA. En cuanto a turismo, los norteamericanos ocupan el primer lugar en llegadas y cada vez más estadounidenses buscan emigrar a nuestro país. Las remesas, imparables. En 2022 entró más dinero por remesas (58.4 mil millones dólares) que por inversión directa (35.3 mil millones dólares). Naturalmente que también están por ahí vertidos los imponderables dineros del narcotráfico; duele decirlo, pero también EUA es el máximo demandante de estupefacientes.
Hay países tan privilegiados que, a pesar de todo, avanzan; hay países tan desfavorecidos que sólo con inteligencia y trabajo logran desarrollarse a plenitud.
Una cosa es la riqueza de un país, otra la forma en que se gestiona. En un símil: hay negocios buenos, mal manejados y hay negocios malos, bien manejados. Una forma de verlo es con el binomio caballo-jinete: el caballo se refiere al país con sus características intrínsecas y su potencial, mientras que el jinete se refiere a la gestión con la que se opera y el grado de aprovechamiento.
Existen 4 combinaciones:
1. Un buen caballo y un mal jinete (México, El Congo)
2. Un mal caballo y un buen jinete (Japón, Suiza)
3. Un buen caballo y un buen jinete (Estados Unidos, China)
4. Un mal caballo y un mal jinete (Gibraltar)
En suma, somos un gran país, pero mediocremente manejado.
México es tan buen caballo y tan oportuno el momento que Tesla llega a pesar del gobierno con tintes populistas, de la inseguridad y la violencia, la corrupción e impunidad y de los ataques a las instituciones democráticas.
Aquí algunas preguntas hipotéticas para la reflexión.
Que sería de México si:
¿En lugar de mexicanos hubiese japoneses? ¿Qué hubieran hecho con este país que está pegadito al país más rico del mundo?
¿Estuviese gobernado por un equipo integrado por Salinas de Gortari, Jaime Serra Puche, Pedro Aspe, Herminio Blanco, Ildefonso Guajardo, Jaime Zabludovsky y Ernesto Zedillo?
¿Si el nearshoring fuese considerado estratégicamente como un trampolín, no como un destino, para que México desarrollara más propiedad intelectual, marcas nacionales, le apostara al diseño, a dominar los canales de distribución y a educar a millones en código para convertirse en una potencia digital y dejar de ser así un país maquilador y subcontratista?
¿Aprovechara su infraestructura automotriz y sacara sus propias marcas de autos eléctricos en algunos nichos específicos?
¿En lugar de querer industrializar el sur, se replanteara bajo el esquema de turismo, ecología, cultura, ciencias de la salud y centros de yoga, meditación, nutrición y autodenominarse cuna de la industria de la humanidad?
¿Un sueño mexicano se vertiera en la psique colectiva por arriba del american dream y fuese un atractor de talento y dejar así de expulsarlo?
México es un caballo pura sangre, listo para ser manejado como se lo merece. La oportunidad toca fuerte, casi nos tira la puerta. No dejemos la política en manos de políticos obsesionados por el poder. Seamos ciudadanos, no habitantes.
