CINE
En marzo de 2020, justo al inicio de la contingencia sanitaria en México y en el planeta, Cinépolis hizo una declaración que sorprendió a muchos: suspendería operaciones, pero ninguno de sus trabajadores se vería afectado por esta acción. Aunque muchas cosas cambiaron en más de dos años de pandemia (que aún no termina por completo), en un mundo capitalista realizar una acción así es algo digno de analizar. ¿Qué es lo que permite a una compañía tomar este riesgo? Como toda película, comencemos por el principio…
Enrique Ramírez Miguel funda en 1971 Organización Ramírez. Si bien ya había presencia de la empresa en Morelia, Michoacán, con el “Cine Morelia” (lo que hoy es Cinépolis Morelia Centro) fue la apertura del cine La Raza en la Ciudad de México lo que marcó el nacimiento y expansión de dicha organización. Al año siguiente, verían la luz del día los Cinemas Gemelos, llamados así por ser dos salas de cine en el mismo edificio. En 1973 la expansión seguiría con los Multicinemas; varias salas en un mismo inmueble, lugares mágicos (permítaseme la nostalgia) para todos aquellos que fuimos niños en los años 80.
Es en este punto donde entra el campeón de nuestra historia.
Como hemos visto, el crecimiento y, por consiguiente, expansión siempre fue una parte esencial de la mentalidad de Organización Ramírez. En 1994 nació la marca Cinépolis y con ello vino toda una revolución en México en la manera de ver el cine. Ahora no sólo se trataba de “ir a ver una película”, esto debía ser toda una experiencia. De acuerdo a un documento de Judith Carbajal Cedillo del Instituto Politécnico Nacional, llamado “Cinépolis: la empresa que se abre paso cambiando la forma de ver el cine”, la estrategia de la empresa para conseguir este acelerado crecimiento se basa en dos puntos: el primero, la innovación que incluye la introducción y mejora de sus servicios como salas VIP, IMAX, MACRO XE o 4DX y, segundo, su desarrollo internacional. Cinépolis es una empresa orgullosamente mexicana con 6,416 salas de cine desde 2003 en 18 países (además de México), entre ellos Panamá, India, Estados Unidos y Arabia Saudita.
Una anotación importante es la que hace Jorge Mandujano en su texto “Cinépolis: la capital del cine en India y su expansión por Asia”, donde nos dice: “la venta de golosinas dentro de estos cines es muy relevante, siendo sus palomitas reconocidas como las mejores de los cines en México”.
Alejandro Ramírez, director general de Cinépolis, comparte en entrevista para Forbes.com.mx: “hemos venido diversificando y enriqueciendo la oferta de contenidos para que ir al cine no sólo sea ir a ver películas, sino otros contenidos también”. Hoy en día a las instalaciones se puede asistir a ver conciertos, la Champions League, lucha libre. En lo personal, recomiendo la ópera.
No podemos dejar de mencionar el acercamiento a la comunidad. Fundación Cinépolis es responsable de varias obras de impacto social, algunas de las más conocidas son:
-Del amor nace la vista: programa con el cual se realizan cirugías a personas con ceguera por catarata.
-Hazlo en corto: apoyo a jóvenes talentos para la realización de cortometrajes con temas sociales.
-Ruta Cinépolis: llevando el cine a comunidades con difícil acceso a las salas tradicionales.
-Funciones incluyentes: cintas adaptadas para personas con capacidades diferentes.
Cabe destacar que es precisamente Cinépolis Morelia Centro la casa del Festival Internacional de Cine de Morelia, del cual son patrocinadores. Acerca de este festival ellos mismos dicen “...una asociación civil sin fines de lucro dedicada a apoyar a los cineastas mexicanos, cultivar nuevos públicos y a difundir la cultura cinematográfica de México, mediante una plataforma inclusiva y hospitalaria para los realizadores nacionales, el público en general y la comunidad fílmica internacional”.
En resumidas cuentas y para no alargar más la peli: ni Christopher Nolan lo pudo haber escrito mejor.
