El Análisis de Modos y Efectos de Fallas (AMEF) es una metodología en la gestión de la calidad y la gestión de riesgos para identificar, evaluar, priorizar y mitigar los posibles
modos de fallas en un proceso, producto, servicio o sistema. Es decir, se logra mejorar la calidad, la confiabilidad, la seguridad y la eficiencia del producto o servicio final. En pocas palabras, el AMEF es una herramienta para definir las acciones preventivas o correctivas necesarias para evitar o corregir los
efectos de fallas. Veamos cómo desarrollar y aplicar este instrumento:
- Formar un equipo multidisciplinario de expertos, con conocimiento y experiencia en proceso, producto, servicio o sistema.
- Identificar los elementos individuales y básicos del proceso, producto, servicio o sistema.
- Calcular el índice de NPR (Número de Prioridad de Riesgo = S x O x D); el cual se obtiene multiplicando los valores de severidad, ocurrencia y detección. Esto proporciona una clasificación numérica que ayuda a priorizar los modos de falla y centrarse en aquellos que presentan los mayores riesgos.
- La Severidad o Gravedad se refiere al impacto potencial de un modo de falla; se asigna una escala del 1 al 10, donde un valor más alto indica mayor gravedad en términos de seguridad, calidad, cumplimiento de requisitos o criterio relevante.
- La Ocurrencia se refiere a la probabilidad de que acontezca un modo de falla; se asigna una escala del 1 al 10, donde un valor más alto indica una mayor probabilidad de ocurrencia.
- La Detección se refiere a la posibilidad de detectar un modo de falla antes de que llegue al cliente o usuario final, se asigna una escala del 1 al 10, donde un valor más alto indica una probabilidad de detección casi imposible. Esa calificación se basa en que no hay controles, inspecciones o pruebas existentes para detectar el modo de falla.
Cuanto mayor sea el valor del NPR, mayor será la prioridad del riesgo y se requerirán acciones preventivas o correctivas más urgentes; debe establecerse un plan de acción. Un nivel estandarizado comúnmente utilizado para el NPR (escala del 1 al 1000) se clasifica de la manera siguiente:
- NPR de 1 a 100, riesgo bajo; indica que el modo de falla tiene un impacto relativamente bajo, poca probabilidad de ocurrencia y/o una alta probabilidad de detección.
- NPR de 101 a 500, riesgo moderado; el modo de falla tiene un impacto moderado, una probabilidad moderada de ocurrencia y/o una probabilidad moderada de detección.
- NPR de 501 a 800, riesgo alto; muestra que el modo de falla tiene un impacto significativo, una alta probabilidad de ocurrencia y/o una probabilidad moderada de detección.
- NPR de 801 a 1000, riesgo muy alto; prueba que el modo de falla tiene un impacto muy grave, una alta probabilidad de ocurrencia y/o una baja probabilidad de detección.
Un ejemplo, en un proceso de fabricación de coches, analizamos el modo de falla del sistema de frenos:
- Severidad, calificación 9, ya que el fallo del sistema de frenos podría tener consecuencias muy serias para la seguridad de conductores y pasajeros.
- Ocurrencia, calificación 6, aunque los sistemas de frenos modernos son confiables, siempre existirá una cierta probabilidad de que ocurran fallos.
- Detección, calificación 2, pues los sistemas de prueba y control de calidad son efectivos para detectar fallos en el sistema de frenos.
Finalmente, en este ejemplo, el NPR para el sistema de frenos es de 108 (riesgo moderado).