INICIO | STRATEGIAS
STRATEGIAS

Coaching sectario

Por: MDG. Erwin Salas
Director de arte y coordinador editorial en Stratega Business Magazine.
erwin@strategamagazine.com

Share This:

“Se puede engañar a mucha gente durante un periodo de tiempo corto. También se puede engañar a determinada gente durante un periodo de tiempo más largo, pero no se puede engañar a todos para siempre.”

Abraham Lincoln

No podemos negar que con la situación que vivimos actualmente, los problemas laborales relacionados a la salud mental han ido en aumento, ocasionando que las compañías busquen alternativas para el bienestar de sus colaboradores, siendo el coaching motivacional una de las principales actividades que se ofrecen en el mercado. Según la revista GQ, el coaching empresarial utiliza diversas estrategias para mejorar el desempeño de los empleados e impulsar el espíritu de liderazgo de los jefes para lograr diversas metas dentro de la empresa, sin embargo, no todos lo cumplen ni son éticos o positivos como nos quieren hacer creer, por lo que vale la pena no pecar de ignorancia para poder invertir en lo funcional y no caer en la trampa.

Tal es el caso del controversial coaching coercitivo, ilegal en varios países, pero que sigue promoviéndose disfrazado con nombres comerciales. Este tipo de adiestramiento surge como tal en la década de los 60, aunque ya se veía desde la Segunda Guerra Mundial con Hitler, quien usaba la psicología coercitiva para controlar multitudes masivamente. Su base se centra en una dinámica piramidal y sectaria, en la que los interminables periodos de entrenamiento tienen como finalidad forzar y romper la fragilidad mental de cada individuo de una manera muy poco saludable, ya que la mayoría de los coaches o entrenadores –la Real Academia Española (RAE) no promueve el uso de coach– no tienen la formación académica en consultoría, ni la cédula profesional para ejercer la psicología a ese nivel, más bien su preparación es a través de la lectura de manuales preestablecidos o capacitaciones básicas enfocadas principalmente a las ventas, estrategias de influencia, intimidación y persuasión, siendo su única y verdadera intención la ganancia económica, dejando a un lado las mejoras empresariales que predican.

Desconocimiento de los objetivos a tratar, largas y agotadoras sesiones grupales sin descanso y pruebas personales en las que se promueve la confrontación y la crítica negativa a los demás colaboradores son algunas de las características de este tipo de cursos, que tienen como finalidad que los empleados olviden sus antiguas costumbres y se centren únicamente en los patrones indicados por el coach, para reconstruir su personalidad a su conveniencia, rompiendo así los marcos éticos y propósitos terapéuticos, añadiendo que no existe un estándar mundial en este tipo de preparación corporativa, ya que, al final de cuentas y debido a la falta de regulación, cualquier persona puede llamarse a sí misma coach sin tener la certificación adecuada.

No obstante, no todo es malo dentro del mundo del entrenamiento organizacional, existen opciones con expertos certificados que, como menciona la RAE, su objetivo será el de asesorar e impulsar el desarrollo profesional y personal de las empresas, recomendando, además, que los encargados de impartir o seleccionar estos talleres sean parte del mismo equipo corporativo –Recursos Humanos, directivos o cualquier área relacionada–, pues ellos son los que conviven día a día y conocen a fondo las fortalezas y debilidades de cada organización y a sus integrantes, pudiendo seleccionar el coaching perfecto para cada situación.

Como conclusión, de ti dependerá caer o no en este tipo de prácticas coercitivas y manipuladoras en las que, sin intención o por desconocimiento, le puedes abrir la puerta a estafadores que sólo buscan la remuneración monetaria, haciéndote creer que su forma es la única manera en la que podrás alcanzar tus metas empresariales… tal como sucede en el famoso capítulo de The Simpsons “The joy of sect”, serie que se ha convertido en la madre de las referencias atemporales para cualquier situación irónica del mundo real… na na na na na na Líder.