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Cine y videojuegos

Por: Esteban Cortés Sánchez
Compositor de música para cine y director de orquesta
lecscorp.com

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Vamos a ponernos filosóficos: ¿qué es el arte? Según la Real Academia de la Lengua, es la “manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”.

 

Algo innegable es que no pasó mucho tiempo desde su incepción para que las bellas artes comenzaran a trabajar entre sí dando lugar a otras, siendo "la más reciente" el séptimo arte. Siguiendo con nuestro discurso filosófico, ¿qué impide que nuevas artes aparezcan? Hace poco más de 100 años, en la música, el jazz era un género que la mayoría menospreciaba. Hoy no sólo es uno de "cultos de la música", sino uno de los más estudiados con instituciones completas dedicadas a él.

Adentrarse en la historia de los videojuegos, o de las empresas que los crean, necesitaría no sólo otro artículo, sino, me atrevería decir, otra revista. Una historia tan rica y vasta jamás se podrá cubrir en un espacio tan corto. De lo que sí podemos hablar es acerca de su más reciente enamoramiento, algo que, si bien se vino dando desde los últimos 20 años del siglo pasado, no fue hasta años muy recientes que ha probado su valía con creces, y ha demostrado por cuenta propia ser redituable e, incluso, ser un género por sí mismo.

Con tantas adaptaciones de videojuegos a la pantalla grande, Super Mario Bros., de 1993, tiene el dudoso honor de ser la que podríamos llamar la primera en las grandes ligas. Fue un desastre por donde se quiera ver. La palabra adaptación se estira a su máxima expresión y casi condena por completo el intento por llevar al cine cualquier historia inspirada en otros videojuegos. Con un presupuesto de 48 millones de dólares, logró recaudar poco menos de 21. Muchas lecciones se aprendieron a la mala en aquella ocasión. No sería hasta la llegada de otra película inspirada en una Arcadia que las cosas mejorarían, sí, me refiero a Mortal Kombat.

Con una fórmula fiel al material original y visiblemente con el único afán de dar gusto a los fanáticos, esta cinta logró recaudar casi 122 millones de dólares en taquilla convirtiéndola, por supuesto, en un éxito.

Adelantándonos muchos años en el futuro podemos observar que esto último no siempre fue la regla, al contrario. La gran mayoría de películas inspiradas en videojuegos fracasaron en taquilla y con la crítica, peor aún, con los fanáticos de las franquicias que las inspiraron. Si bien tenemos que mencionar que la relación también ha sido inversa, es decir, muchos videojuegos se han inspirado en películas como por ejemplo Star Wars o Star Trek, creando verdaderos Blockbusters en el mundo de las consolas, ¿por qué es tan difícil conseguir que una película inspirada en un videojuego sea exitosa?

Gabriela Meza en su canal Fuera de Foco nos da una razón poderosa “un videojuego es una experiencia interactiva que puede durar meses o incluso más, mientras que una película o serie no lo es”. Sin lugar a dudas, el cine se ha alimentado muchísimo de la narrativa visual de los videojuegos, que por necesidad se sostiene en planos secuencia (escenas que no hacen cortes de cámara) y, a su vez, los videojuegos se han hecho cada vez más “cinemáticos”, prueba de esto último son la gran cantidad de videos que se pueden encontrar en YouTube que saltan la fracción jugable de la historia y nos muestran las partes en las que está “avanza”. Yendo un paso más allá, Twitch nos deja no sólo ver el videojuego sin jugarlo, como si fuera una película, sino al jugador mientras lo juega y da la opción de apoyarlo monetariamente. A 2023, la plataforma valía 45 mil millones de dólares. No hace falta decir que el mundo de los videojuegos rivaliza con Hollywood.

El mundo del séptimo arte siempre se nutrirá de las demás artes y como ejemplo Bandersnatch, la cinta “jugable” parte de Black Mirror. Pasaron décadas para que los cineastas se dieran cuenta que estaban sentados sobre una mina de oro, que era realmente un juego de niños.