
Hablar de Alemania es hablar de una de las potencias más importantes del mundo, la que, sin lugar a dudas, es la columna vertebral de la Unión Europea. A pesar de ser una de las naciones más castigadas por los dos conflictos bélicos más grandes del siglo pasado, el Wirtschaftswunder (milagro económico), como se le llamó a la recuperación de su economía en la segunda parte del siglo XX, no puede sino describirse como eso. Aunque en años recientes el país germano ha sufrido grandes golpes a su bolsillo debido a la guerra entre Ucrania y Rusia, así como a una fuerte desaceleración económica debido a la pandemia por COVID-19, su apoyo a las artes, y en específico al cine, es algo a lo que vale la pena echarle un ojo.
La relación entre el país teutón y el séptimo arte es una bastante añeja. No podemos dejar de mencionar el expresionismo alemán con obras tan importantes como El Gabinete del Dr. Caligari, de Robert Wiene (1920); Nosferatu, de F.W. Murnau (1922), o la increíble Metrópolis, de Fritz Lang (1926), por citar algunas.
A partir de enero de 2022 entró en vigor, en la tierra que vio nacer a Beethoven, la Ley de Financiación del Cine, una reforma que busca garantizar condiciones sociales responsables y justas, e igualdad de género. También en enero de 2022 la Comisión Europea dio su visto bueno a la propuesta alemana para apoyar la producción de largometrajes y series de televisión de forma directa a productores y coproductores con un fondo de 150 millones de euros, con algunas restricciones. De acuerdo a Paula Bertolini, de dplnews.com, actualmente Alemania es uno de tantos países europeos que requieren un “pago de gravamen a un fondo cinematográfico”. Sophie Linnenbaum, en entrevista con Klaus Lüber para deutschland.de, nos dice con respecto a las jóvenes generaciones y la industria cinematográfica de aquel país: “por lo general, Alemania ofrece muchas oportunidades para hacerse un hueco en la industria cinematográfica, pero difieren mucho según el departamento, el puesto o si se desea trabajar en la televisión o en el cine. Además, en la actualidad, la industria sigue siendo bastante homogénea en muchos ámbitos, pero esto se está fragmentando gradualmente desde diversos flancos”. La joven artista agrega: “creo que la estructura del panorama productivo alemán es a la vez una red de seguridad y una correa. Caracterizado por cadenas, subvenciones y ahora también streamers, ofrece un amplio abanico de posibilidades. Esto se traduce en incertidumbres, dependencias, burocracia, disputas, pero también implica grandes oportunidades. Es necesario ponerse al día en cuestiones como la sostenibilidad (social), la diversidad y un mayor enfoque en la calidad artística”.
Vale la pena mencionar que, de acuerdo al Europäische Audiovisuelle Informationsstelle de 2023 en Europa (y por lo tanto en Alemania), el costo promedio de producción de una cinta es de aproximadamente 2 millones de euros.
La pregunta obligada viene a colación ¿por qué no es más conocido el cine alemán ya no digamos en Latinoamérica, al menos, en México? La respuesta es nuestro vecino del norte que acapara la mayoría de nuestra cartelera nacional, pero esto nada tiene que ver con la calidad del producto, el cine; para prueba la Berlinale, uno de los festivales del séptimo arte más prestigiosos del mundo, que tiene su sede precisamente en Berlín.
Como se puede ver, a pesar de no ser el segundo mercado más visto en el mundo como el caso de Bollywood, si bien el cine alemán no se produce en las cantidades que lo hace el país hindú, lo hace con una calidad muy superior (esto puede ser subjetivo dependiendo de lo que la audiencia esté buscando) alejándose cada vez más de temas como la Segunda Guerra Mundial, pero sin dejar su esencia de lado.
Tal vez nunca veamos una superproducción alemana del tamaño a las que nos tiene acostumbrados Hollywood, pero recordemos que en todos lados se cuecen habas y los tiempos recientes nos han enseñado que lo único que necesita una película para funcionar es una buena historia y una buena dirección para ejecutarla, algo en lo que el pueblo alemán, sin duda, es experto.
…Y cuatro campeonatos en la copa del mundo lo demuestran.