CIENCIA Y TECNOLOGÍA
A poco más de 12 años desde la llegada de Netflix al mercado mexicano el servicio de consumo de entretenimiento a través de plataformas de streaming ha crecido exponencialmente en el país.
Plataformas como Netflix, Disney, HBO Max y Amazon Prime continúan en la preferencia de consumo en nuestro país, con crecimientos anuales que oscilan entre 20 y 30% año con año, de acuerdo a la casa de análisis Nielsen.
Pero con esto viene también la saturación de oferta y el aumento en las tarifas que los servicios cobran por sus suscripciones mensuales. Según datos de la consultora Picodi, el gasto promedio incrementó 67.8% en 2022 y osciló en unos 700 pesos mensuales, cuando en 2021 se gastaban alrededor de 417 pesos. Y sin hablar de los aumentos que Netflix, Disney y Apple han hecho en el 2023 en sus servicios, además de las restricciones en la opción de compartir cuentas entre sus usuarios.
Es natural que un mercado lucrativo crezca e, incluso, desplace a otros medios convencionales como ha ocurrido con la radio y la televisión con la llegada y apogeo del streaming y el resurgimiento del podcast, pero con todo el crecimiento y la saturación de ofertas es natural hablar de que no para todos alcanzan “rebanadas del pastel” que es este mercado cada día más costoso para el consumidor y las medidas para mantener márgenes de ganancias por parte de las empresas no han sido siempre las más populares.
El año pasado Netflix comenzó a implementar restricciones a sus usuarios para compartir sus cuentas con otras personas, medida que parece irónica proviniendo de una compañía que, en sus inicios, presumía que “compartir es querer” mediante sus redes sociales. La medida, a pesar de ser controvertida, ha comenzado a ser considerada por otras compañías como Disney.
El problema es que con cada aumento de tarifa y restricciones más usuarios simplemente irán a otras formas “gratuitas” para seguir consumiendo el contenido de sus plataformas. De acuerdo con predicciones por parte de la firma de análisis Parks Associates, del 2022 al 2027 se proyecta un incremento del 24.5% en la piratería de contenido de streaming, lo que puede significar pérdidas por más de 113 billones de dólares.
Con la capitalización de gigantes como Disney y HBO a este nuevo modelo, la huelga del sindicato de actores y guionistas y la crisis global que enfrentan grandes países como Estados Unidos muchos servicios ven difícil sobrevivir en el mercado, como Peacock y Paramount, que a duras penas se mantienen relevantes mientras que Hulu terminó vendiendo su empresa a Disney.
Lo cierto es que el streaming en general no enfrenta sus mejores tiempos, incluso Netflix ha adoptado un agresivo modelo donde si una de sus series no registra números positivos la cancela sin miramiento, lo que ha desanimado a sus clientes a consumir nuevos programas por miedo a que sean cancelados apenas termine su primera temporada. Situación que ha hecho que gigantes como Amazon y Starz peleen por catálogos de franquicias que garanticen que sus usuarios no se vayan.
Finalmente, aunque el streaming sigue creciendo podríamos ver una importante desaceleración en el 2024 cuando los efectos de la huelga de actores y los inflados precios que los mexicanos deben desembolsar para seguir consumiendo entretenimiento continúen. Habrá que ver.
