Hoy en día Venezuela vive uno de los peores episodios de su historia política, económica y social: hay desabasto de alimentos y medicinas; reina la delincuencia y el mercado negro y el gobierno parece no ceder ante estos contundentes golpes que tienen sumergido al país.
Para que los venezolanos tengan alimento en su mesa tienen que seguir varios caminos. Uno de ésos es que de acuerdo a su número de identificación el ciudadano tendrá acceso a comprar una limitada cantidad de artículos de "la canasta familiar". En las calles diariamente se ven largas filas de personas que se forman desde un día antes para ser de los primeros en hacerse de algo de comida o artículos de limpieza para su familia, muchos de ellos con todo y su número de identificación y sus largas horas de espera no logran conseguir lo suficiente, por lo que tienen que recurrir a la segunda opción que es ir al mercado negro que en manos de la delincuencia vende los artículos de primera necesidad a precios inaccesibles para el venezolano promedio. En medio del hambre y la impotencia, una gran cantidad de personas se ha multiplicado en las calles para pedir limosna y así conseguir el dinero necesario para comprar en el mercado negro. Los que no lo logran han tenido que recurrir a una tercer opción que es la de buscar en los basureros algo para llenarse el estómago. La humillación ha sido superada por sobrevivir y no morir de hambre.
En los hospitales en Venezuela no se dan abasto con las personas que necesitan medicinas, al grado que la gente está muriendo a falta de antibióticos, la desnutrición de infantes es alarmante ante la escasez de leche que pueda completar su alimentación. El venezonalo que tiene algún recurso económico que lo sustente, puede ir al mercado negro a conseguir las medicinas para sus familiares; los que no (la gran mayoría) tiene que aguantar a que las enfermedades cedan.
En un intento por corregir el rumbo del país, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó a una serie de marchas que iniciaron en 1° de Septiembre con la llamada “Toma de Caracas”, que logró reunir a más de un millón cien mil personas, convirtiéndose en la mayor protesta en la historia del país.
El gobierno en un intento por contener ésta y las sucesivas réplicas de la gran marcha del 1S, hizo bloqueos militares en las carreteras para detener el paso de centenares de vehículos que arribaban a Caracas, así mismo suspendió corridas de autobuses y aviones, impidiendo que se sumaran al menos diez mil venezolanos más a las manifestaciones, y siguiendo con los atropellos, se negó la entrada de la prensa internacional que quería ingresar al país y además se les privó de su libertad. Hubo también una persecución aleatoria de líderes de la oposición o de partidos políticos como Yon Goicochea dirigente del Partido Popular, Carlos Melo dirigente nacional de Avanzada Progresista, Daniel Ceballos ex alcalde de San Cristóbal, el alcalde Maturín Warner Jiménez, allanamientos al alcalde Delson Guarante y al diputado Lester Toledo, así como la aprensión de los jóvenes activistas Gabriel San Miguel y Francisco Márquez. La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha advertido conocer acerca de estas arbitrariedades a los ciudadanos y a la prensa internacional.
La petición era clara, en voz de Jesús Chuo Torrealba, Secretario General de la Mesa de la Unidad, se exigía al Consejo Nacional Electoral (CNE) que presentara un programa que recolecte el 20% de firmas para el revocatorio de mandato y así dar fecha al referéndum para votar a favor o en contra de la gubernatura del presidente Nicolás Maduro. Todo esto, bajo los lineamientos de la Constitución de Venezuela.
Las sociedad mostró su apoyo a través de las redes, uniéndose y repitiendo constantemente hashtags como #VzlaRevocaEnLaCalle, #TomamosCaracas, #Revocatorio2016, #2016YoRevoco, #ElMundoConVenezuela y #VenezuelaLibre, para hacer frente al gobierno de Maduro.
La Cumbre del Movimiento de Países No Alineados
Las constantes réplicas de la marcha por todo el país arreciaron sobre todo porque Venezuela estaría al frente de las noticias al presidir la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados en el estado Nueva Esparta, en un intento del gobierno de Nicolás Maduro por obtener apoyo de otras naciones para su proyecto de nación presentado con una declaración de 11 puntos en la llamada “Declaración de Margarita”.
Se llevó a cabo del 13 al 18 de Septiembre, donde asistieron poco más de 20 de los 120 ministros de Exteriores y tan sólo 15 presidentes entre decenas de delegaciones; sin embargo, la poca asistencia de los mandatarios fue tomada como apoyo al pueblo venezolano. Al respecto, el gobernador del Estado de Miranda Henrique Capriles comentó:
“El gobierno derrocha dinero en una cumbre mientras los venezolanos necesitamos comida y medicina. Pretenden sentarse en un salón a hablar de un país que no existe. El país está viviendo la peor crisis de su historia y el gobierno hace semejante derroche de recursos. Esto es una burla para todos los venezolanos”
Se vivieron 5 días de total hermetismo en la isla en la que se celebró la cumbre. Calles repletas de militares, prohibición de vuelos turísticos y comerciales, así como vuelos de drones y armas civiles, todo un montaje para proteger el evento que terminó con la develación de la estatua de Hugo Chávez.
La Revolución Bolivariana de Hugo Chávez expropió aproximadamente 1,168 empresas en diez años –del 2002 al 2012- según datos de CONINDUSTRIA, dejando al país sin entrada de capital extranjero.
Otra situación que influyó fue el Sistema de Democratización del empleo, dónde la empresa de Petróleos Venezuela (PDVSA), cuadruplicó su plantilla de trabajadores con el pretexto de generar empleo en el país, y sin embargo se siguió generando la misma cantidad de barriles que antes. Hablando del petróleo, Venezuela cuenta con la mayor reserva en el mundo, a raíz de esto su economía está basada en la exportación del mismo, siempre y cuando el precio de venta sea mayor al precio de extracción, pero desde el 2014 que los precios cayeron esto se volvió insostenible.
Ya en el gobierno de Maduro, donde el petróleo no genera dinero y las empresas privadas se han reducido hasta casi extinguirse, se han tomado decisiones como las de imprimir más dinero para conseguir liquidez disparando la inflación del país obteniendo como resultado que se duplicaran los precios de los productos de la noche a la mañana.
El gobierno Colombiano abrió su frontera para que la gente cercana a ésta pudiera abastecerse de alimentos y medicinas pero no ha sido suficiente. A pesar de la situación, el ánimo y aliento de los venezolanos recorre desde las calles hasta las redes sociales en busca de un nuevo camino. Hasta ahora Venezuela lleva todas las de perder, ya que el miércoles 21 de Septiembre, el poder electoral descartó el Referendo Revocatorio contra el presidente para que se resuelva este año; imposibilitando el cambio de gobierno en la fecha que tanto anhelaba la oposición.
Quizá si ponemos atención en sus calles debe escucharse susurrando el Canto de rebeldía que escribió el poeta Venezolano Antonio Arraiz diciendo:
[…]Y cuando jadeante por la libre vía,
lleno de entusiasmo continuar quería,
mi padre, en la tierra, se alzó como pudo,
y con gran orgullo, ¡oh qué orgullo el suyo!,
me gritó: Hijo mío: ¡Sigue! ¡Sigue! ¡Sigue!
Lo que queda claro es que seguirá siendo un año difícil para Venezuela, quizá uno de los peores que vaya a enfrentar en su historia (si es que no empeora en años siguientes) por lo pronto sólo nos queda decir #FuerzaVenezuela.