INICIO | BITÁCORA LEGAL

Hackeo de redes sociales. ¿cuál es el precio de la información?

Por: LD. Alhelí Jaelyne Vaca Bautista
Abogada corporativa enfocada en propiedad intelectual y protección a los derechos de autor
jaelyne.vaca@strategamagazine.com

Share This:

Las redes sociales se han vuelto indispensables conforme la humanidad avanza, nos mantienen conectados entre nosotros y permiten disminuir las barreras de la distancia, sin duda, el avance de la tecnología es un tema que genera desconcierto en lo jurídico, desde la regulación de una inteligencia artificial hasta las medidas de seguridad que una persona debe tomar para evitar el cibercrimen, convirtiéndose en un territorio con un análisis complejo, pues se estima que 5 de cada 10 mexicanos han sido víctimas de estafas, hackeo o amenazas cibernéticas; en 2023 se registraron 43 millones de ataques cibernéticos en México, cifra que lejos de disminuir ha ido en aumento.

Si has pensado en hackear las redes de tu pareja, amigos o familiares, acosar o fomentar el acoso, debes saber que en México existen instituciones –como la Dirección General de Prevención de Delitos Cibernéticos y la Policía Cibernética– que investigan y dan seguimiento a las denuncias presentadas por las víctimas, pues dependiendo del tipo de acceso ilícito, modificación, pérdida o publicación de información sensible que se efectué sin autorización previa, el Título Noveno, del Código Penal Federal, tipifica los actos y los encuadra en los denominados crímenes de revelación de secretos y acceso ilícito a sistemas y equipos de informática, imponiendo penas que versan de 6 meses a 8 años de prisión, y de 100 a 900 días de multa.

Como podemos observar, los atacantes no sólo ponen en riesgo la seguridad de la información, sino que enfrentan graves repercusiones legales que pueden afectar su libertad y patrimonio, por lo que, a menos que quieras ser acreedor a multas o privación de la libertad, es mejor abstenerse de acceder sin previa autorización a redes sociales o plataformas ajenas, por muy atractivo que pueda resultar.

El hackeo de redes sociales se ha vuelto un tema de sumo interés, con la evolución de la inteligencia artificial y los avances tecnológicos, cada día millones de cuentas son comprometidas, ya sea por hackers o personas que buscan obtener información sensible de un tercero, poniendo en riesgo la integridad y la privacidad de los usuarios, adicional a los daños irreparables que pudiesen ocasionar, pues una vez tomado el control de la cuenta, esta podrá ser utilizada para estafas y fraudes cibernéticos, publicación de contenido privado, inapropiado, criminal o perjudicial, que infrinja los derechos de autor y de propiedad intelectual, o que atente contra la vida de una persona, causando consecuencias jurídicas a cargo del usuario o, incluso, la posibilidad de ser demandado o denunciado por actividad delictiva, pues la responsabilidad no sólo recaerá en el hacker, sino en la persona cuya cuenta fue hackeada hasta que se compruebe el verdadero autor de los actos.

Ante tales situaciones, no debemos olvidar la responsabilidad de las plataformas digitales de garantizar la seguridad de sus usuarios, lo que implica la obligación de implementar medidas de seguridad sólidas, políticas de publicación de contenido inapropiado y autentificación del consumidor, pues, de lo contrario, existirá el riesgo de dar oportunidad a violaciones masivas de datos, especialmente en el caso de plataformas digitales internacionales como Instagram, Facebook o TikTok.

Las estadísticas y el monitoreo constante por parte de las autoridades han logrado establecer diversos tipos de hackeo, como el phishing, donde los hackers se contactan con usuarios y usan métodos engañosos para acceder a cuentas; el keylogger, un software capaz de capturar contraseñas e información sensible; y el ransomware, un tipo de secuestro digital, pues una vez que el hacker accede a un dispositivo cifra los archivos del propietario, haciéndolos inaccesibles a menos que pague un rescate.

Por esta razón, además del marco legal mexicano que tipifica los delitos informáticos, de manera internacional se establece el Convenio de Budapest, el cual fue firmado en 2001 e incluye a Estados miembros del Consejo de Europa; a Estados Unidos, Japón, Canadá y Australia, y cuenta con la participación de organizaciones internacionales como la INTERPOL y la Organización de Estados Americanos. Este documento define y tipifica los modus operandi de los hackers como delitos informáticos, promueve la cooperación internacional, la asistencia legal mutua y la implementación de políticas penales comunes frente a la ciberdelincuencia.

Las redes sociales son grandes herramientas que han apoyado la interacción y el desarrollo humano, sin embargo, debemos comprender la importancia de procurar la educación tecnológica y la ciberseguridad fomentando espacios digitales seguros, pues a medida que la tecnología avanza, también lo hacen las amenazas, y estar preparado es la clave para disfrutar de una experiencia positiva.