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La invasión de los estúpidos

Por: Jorge A. Meléndez
Licenciado en Economía del Tecnológico de Monterrey, donde fue premio al saber. Director de Proyectos Especiales para Grupo Reforma
@jorgemelendez

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“Siempre fui académicamente inteligente. Pero con el tiempo me di cuenta de que hay muchos tipos de inteligencia... y muchos tipos de estúpidos". Apenas una frase de una fabulosa charla de Jeff Bezos con el billonario David Rubenstein. Está llena de la sabiduría práctica del (para mí) mejor CEO de la historia reciente. Tiene lecciones muy valiosas. Pero hoy vamos a otra cosa.

Es cierto que hay muchos tipos de inteligencia: la académica (aprendizaje y lógica), la práctica (en inglés, street smart), la social (crear, mantener y aprovechar relaciones), la inteligencia emocional, la relacional (conectar para crear), etc. Pero hoy tampoco ese es el tema. Me llamó la atención la parte final del comentario de Bezos: hay muchos tipos de estúpidos. ¡Ja! Es cierto... y cómo hacen daño. En la política, los negocios y la vida. Como bien dice la navaja de Hanlon: "nunca atribuyas a la malicia a lo que puede ser explicado por la estupidez".

El sitio Farnam Street explica cómo el general alemán Kurt von Hammerstein la usaba para clasificar a sus hombres en 4 perfiles básicos: inteligentes, diligentes, estúpidos y flojos. Y los combinaba:

  1. Inteligentes y diligentes. Para el staff del general.
  2. Estúpidos y flojos. El 90%, para tareas rutinarias.
  3. Inteligentes y flojos. Material para alto liderazgo: inteligencia y tranquilidad para decisiones difíciles. Mmmm, ¿será? No creo.
  4. Estúpido y diligente. ¡Cuidado! No confiarle ninguna responsabilidad, causa gran daño.

Buenísimas. La cuarta categoría me recuerda dos clasificaciones del PUP: el pendejo laborioso (todo el día hace pendejadas) y el pendejo vigoroso (no se cansa de hacer pendejadas).

Pasemos ahora a los estudios sobre la estupidez del economista e historiador italiano Carlo Cipolla, que sabiamente escribe: "Un estúpido nos persigue sin razón, sin un plan y en los momentos y lugares más improbables e impensables. No existe modo racional de prever cuándo, cómo o por qué actúa. Frente al estúpido, uno está completamente desarmado".

No tiene desperdicio. Imagine al filósofo de Güémez con doctorado. Le comparto sus 5 leyes básicas de la estupidez. Para reír… y para llorar:

  1. Inevitablemente, siempre se subestima el número de estúpidos. De aquí se forman 2 teoremas: personas que se consideran racionales terminan siendo totalmente estúpidas y todos los días te asediarán estúpidos en los lugares más inadecuados e improbables.
  2. La probabilidad de que alguien sea estúpido es independiente de cualquier característica personal. Se encuentra el mismo porcentaje entre grupos enormes que en pequeños y la educación no influye en la cantidad de estúpidos.
  3. LA REGLA DE ORO: un estúpido provoca pérdidas a otro sin que sus acciones le deriven utilidad o inclusive le dañen.
  4. Las personas inteligentes siempre subestiman el poder dañino de los estúpidos. Advertencia: nunca se asocie con un estúpido para lograr sus objetivos, porque solo terminará por darle un escenario más amplio para utilizar "sus cualidades". No podrá controlarlo y sus acciones impredecibles lo pulverizarán.
  5. No hay persona más peligrosa que un estúpido.

Derivado de la regla de oro, Cipolla construye 4 cuadrantes para ubicar a cualquiera dependiendo de los beneficios o daños que provoquen sus acciones:

  1. a) Inteligentes. Su actuar beneficia a los involucrados.
  2. b) Desgraciados. Se dañan mientras benefician a terceros.
  3. c) Bandidos. Dañan a terceros para recibir un beneficio.
  4. d) Estúpidos. Acciones sin sentido: todos pierden, nadie gana.

El que fuese profesor de la Universidad de Berkley admite que la posición de cualquiera en estos cuadrantes no es estática. "En ciertas circunstancias alguien puede actuar inteligentemente y en otras ser un desgraciado", advierte.

Sin embargo, tristemente solo un tipo de persona actúa siempre igual. ¿Ya adivinó cuál? Claro, ¡los estúpidos! Si los detecta y puede hacer algo, hágalo. Si no, ¡corra! Sobre todo, si nos gobiernan...

Posdata. Qué bueno que AMLO recapacitó sobre retirar a las fuerzas armadas de la lucha contra los narcos. Ojalá también recapacitara en otras cosas. Ojalá que sus buenas intenciones sean distintas a las buenas intenciones de Peña y Calderón. Para que Andrés tenga éxito, la ejecución será clave. La situación es crítica y la solución llevará décadas.

En pocas palabras...

"En la política, la estupidez no es desventaja".

Napoleón Bonaparte