STRATEGIAS
Creemos demasiado en el sentido común, asumimos que todos ya saben lo que se tiene que hacer o que no es necesario decirles lo que pensamos o sentimos, nos parecen cosas tan obvias que no nos damos el tiempo de platicarlo o externarlo.
En ocasiones evitamos ciertas conversaciones, ya sea porque nos parecen insignificantes o porque nos incomodan a tal punto que preferimos omitirlas y actuar como si no fueran necesarias. Cuando en el fondo sabemos que sí lo son.
Son esas platicas que no tenemos las que ocasionan la mayoría de los problemas. De la falta de comunicación surgen los malentendidos, la desmotivación de nuestro equipo y la fuga de talentos.
Aquí te comparto 5 conversaciones que no podemos omitir con nuestro equipo de trabajo.
Conversaciones de rumbo y objetivos
Estas reuniones son para ponernos de acuerdo sobre a dónde vamos, cuáles son los objetivos, la forma de medir los avances, los entregables, los tiempos asignados. A veces pensamos que ya todos saben lo que les corresponde y confiamos el rumbo de nuestros resultados a la volatilidad del sentido común.
Conversaciones de agradecimiento y reconocimiento
Por favor y gracias son palabras mágicas que nos enseñaron desde el kínder, pero se nos olvidan con frecuencia al ejercer nuestro liderazgo. Aun cuando los resultados hayan sido negativos, siempre hay algo que podamos agradecer, algo que se pueda rescatar. Quizá el esfuerzo, la disponibilidad, la actitud, la colaboración, las ideas nuevas. Ser agradecidos es vital para mantener a nuestros equipos en el largo plazo. También el reconocimiento de aciertos y logros, pensamos que no es necesario, pero los seres humanos tenemos una gran necesidad de aceptación y validación. Son necesidades emocionales básicas que todos tenemos. Diles a las personas aquello que hicieron muy bien, nunca sobra escucharlo.
Conversaciones de mejora continua
No importa si el resultado fue positivo o negativo, siempre hay aspectos que se pueden mejorar. Normalmente cuando alcanzamos nuestros objetivos o KPI (key performance indicator) ya no nos damos tiempo para analizar los puntos de mejora. Pero estas son conversaciones grupales que nos permiten crecer como equipo.
Tanto de la derrota como de la victoria se puede aprender, solamente necesitamos darles el tiempo y el espacio a estas conversaciones de mejora continua. En equipo podemos hacer una lluvia de ideas para identificar los puntos que se pueden apuntalar para el siguiente proyecto o tarea asignada.
Conversaciones correctivas
A diferencia de las anteriores, estas conversaciones son individuales, suelen percibirse como incómodas, tanto que muchos prefieren saltarse esos momentos. Pero es de vital importancia que las personas de nuestro equipo sepan específicamente en qué deben mejorar.
Recuerda que es parte de tu tarea como líder externarles tu punto de vista con aquello que ellos no alcanzan a ver. Siempre de forma constructiva y asertiva. Siendo muy específico, a nadie le gusta que lo corrijan, es necesario elegir el momento adecuado y usar palabras que destaquen no solamente lo negativo, sino también las cosas positivas que hemos observado.
Quizá son conversaciones que para ti podrían parecer insignificantes o tal vez te cuesta trabajo tenerlas, pero para las personas de tu equipo es vital escuchar estas palabras. Las necesitan para seguir avanzando con buen rumbo, sintiéndose apreciadas y valoradas, con una actitud de mejora continua tanto grupal como individual.
Asume tu rol como líder y ten estas conversaciones. No confíes en el sentido común. Después de todo, cada persona ve el mundo con diferentes ojos. Es mejor conversar y generar acuerdos.
