
¿Por qué un país necesita una marca? De forma parecida a las grandes empresas, las instituciones, las pymes y hasta las personas, los países requieren de un rostro frente a la comunidad, una imagen que represente valores más bien intangibles que surgen de un profundo estudio de la identidad de la nación ante sus habitantes y el resto del mundo. Los países necesitan de una imagen gráfica que los identifique visualmente en su entorno competitivo para ser reconocidos en diferentes ámbitos donde esta representación agregará valor a todos los productos y servicios que el país produce o representa.
En 1996 el consultor independiente Simon Anholt acuñó el término marca país para denotar que la reputación de un país se comporta, en cierto modo, como las imágenes de marca de las empresas y los productos. La marca de un territorio puede incidir de forma decisiva en su prosperidad y bienestar, así como en la eficacia de su administración. La gestión de la imagen de una nación no se reduce a un conjunto de técnicas de mercadotecnia, ni se refiere tan sólo al elemento gráfico como símbolo de un estado, sin embargo, el diseño gráfico de la marca país –su logo– es una de las partes más notorias y atractivas de la gestión de la identidad competitiva de las naciones del mundo. Así encontramos en Latinoamérica diseños notables como el de Perú, que evoca las líneas de Nazca; el de México, con gran colorido y motivos muy propios de nuestra cultura reconocibles en todo el mundo; el de Brasil que, como lo dice su claim, es ¡sensacional! y la sobria elegancia monocromática de la imagen de Cuba. En Europa destacan imágenes como la de España, creada por Miró en 1983, que sigue vigente a la fecha. No se quedan atrás los logos de Holanda, con un atractivo y significativo tulipán naranja; o el de Gran Bretaña, que muestra su bandera con un gran toque de dinamismo.
Así cobra más sentido la frase que dice “una imagen vale más que mil palabras” y en el ámbito de los mercados internacionales la aparición de marcas país fue inevitable. Tal y como lo hace un logo bien diseñado, una marca país y su gráfico sintetizan los principales valores de un estado y los hace presentes en el gran mercado mundial para atraer inversiones y representar las acciones en pro de su globalización: representa exportaciones, es identidad turística y participa en los intercambios culturales, artísticos y educativos al tiempo que es la representación gráfica de un capital cultural, social y político. Imagínese usted, si la marca gráfica de una empresa tiene el enorme reto de distinguirla ante sus competidores, socios comerciales e identificarse con sus públicos, la idea de que un diseño cumpla con este cometido a nivel país constituye una tarea descomunal, por eso es que los gobiernos de las naciones tienen en alta consideración contar con un diseño de imagen que las identifique, pues una marca país tiene que trascender las administraciones para alcanzar y mantener un posicionamiento sólido en los diferentes escenarios nacionales e internacionales. En ocasiones hacen encuestas entre la población para establecer parámetros de diseño, otras veces dejan todo en manos de una agencia de diseño y comunicación que se encarga de indagar, hacer focus group en muestras de público y otras técnicas de gestión de diseño y branding para desarrollar el material que habrá de representar a toda una nación de forma global. Estos esfuerzos se reproducen a niveles menores en las identidades de regiones o estados al interior de cada país.
Según el portal del Gobierno de México, la Marca México lanzada en el Tianguis Turístico de 2005 se encuentra en la posición 14 entre 100 países evaluados, con un valor de mil 69 millones de dólares que la convierte en la marca país más valiosa de América Latina, se ha transformado en referente de diseño a nivel mundial y ha servido de inspiración para otros países. Este 2025 se cumplen 20 años de la creación de la Marca México como la conocemos actualmente, la cual fue desarrollada por la consultora MBLM México, una marca longeva con un excelente diseño que le ha permitido mantenerse sin modificaciones representando con orgullo a nuestra nación ante el mundo entero.